La producción de biometano en España para su inyección en la red gasista ha crecido un 38% entre enero y noviembre de este año en comparación con el mismo periodo de 2022, pasando de 162 GWh a 223 GWh. En cuanto a la tasa de variación de la producción de biometano para su inyección en la red de transporte, ésta experimentó un incremento del 24,4% en dicho periodo, mientras que el incremento de la producción para su inyección en la red de distribución fue del 86,2%, según la última edición del European Biogas Association Statistical Report 2023. El número de plantas de producción de biometano que inyectan a la red gasista también ha crecido y ha pasado de cinco operativas a finales de 2022 a un total de nueve en la actualidad.
El Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) 2023-2030 actualmente en revisión marca un objetivo de 20 TWh de producción de biogás (equivalente a menos de un 1% de biometano equivalente inyectado en red) y ha sido considerado poco ambicioso por el sector. En palabras de Joan Batalla, presidente de Sedigas: “España debe aspirar a producir un mínimo de 35 TWh de biometano en 2030 ya que cuenta con un potencial de producción suficiente”, alineado con la estimación reconocida por la Comisión Europea la pasada primavera de 4,1 bcm (alrededor del 13% de la demanda de gas natural de 2022) en ese mismo horizonte temporal, pudiendo así contribuir de forma decisiva al logro del objetivo paneuropeo antes señalado.
Siguiendo con la última edición del Informe Estadístico 2023 de la Asociación Europea del Biogás, Europa alcanzó en 2022 los con 21.000 millones de metros cúbicos (21 bcm) de energía generada mediante la producción de biogás y biometano; una cifra superior a toda la demanda de gas natural de Polonia y que representa el 6% del consumo total de la UE en 2022. La producción de biometano creció un 18%, pasando de 3,5 bcm en 2021 a 4,2 bcm en 2022. Destaca el caso de Dinamarca, cuya cuota de biometano en la red gasista se acerca al 40% y hay planes para aumentarla para sustituir el 100% de la demanda de gas natural convencional antes de 2030. El Plan REPowerEU de la Comisión Europea otorga al biometano un papel protagonista en la consecución de los objetivos de independencia energética europeos, ampliando hasta los 35.000 millones de metros cúbicos (35 bcm) el objetivo comunitario de producción para 2030.