El Centro Tecnológico EnergyLab de Galicia ha finalizado el proyecto de investigación Valoralgae, un proyecto en el que han analizado una nueva vía de aprovechamiento sostenible para las algas de arribazón (las depositadas en la costa) mediante su valorización como combustible renovable (biogás y pellets), minimizando así, su impacto negativo sobre el medio ambiente. El proyecto ha analizado la viabilidad del uso de estos biocombustibles en el sector acuícola y su entorno (en cofradías, puertos, lonjas y otros entes) con el objetivo de poder transferir y facilitar su implantación y uso. La iniciativa surgió de la problemática derivada de la acumulación de algas de arribazón en las playas y su efecto negativo sobre los intereses del sector acuícola marino, ya que son muchos los bancos marisqueros cuya mortandad se ha visto incrementada por la acumulación y la descomposición en las playas de las algas de arribazón.
Según los datos obtenidos -informa EnergyLab- a través de las cofradías de Galicia y Asturias, se estimó que la cantidad de algas de arribazón en las costas gallegas oscila entre 5.000 - 7.000 toneladas al año y en las costas asturianas entre 3.500 - 6.500 toneladas anuales. Para el muestreo se seleccionaron dos playas de Galicia: la playa de A Barra (Redondela) y la playa de Castelete-O Rego (Vilanova de Arousa). Las especies mayoritarias recogidas en los muestreos fueron: Ulva lactuca, Gracilaria spp., Fucus spp. y Ulva intestinalis. Las cantidades recogidas en los lugares seleccionados permitieron vislumbrar el potencial de recurso existente al año que en la actualidad no se aprovecha y que podría destinarse a la obtención de energía sostenible. Desde EnergyLab informan que para eliminar las sales y arenas de las algas de arribazón, han contado con un equipo novedoso de limpieza desarrollado dentro del contexto del proyecto Gestalgar.
El proyecto Valoralgae
Uno de los objetivos del proyecto era estudiar el potencial de obtención de biocombustible gaseoso (biogás). Tras la realización de la caracterización fisicoquímica y la determinación de los ensayos de potencial metanogénico, se concluye que las algas estudiadas tienen valor como materia prima para la producción de biogás. No obstante, para poder emplearlas en un proceso de digestión anaerobia (biometanización), será necesario eliminar los compuestos inorgánicos presentes, principalmente arenas, ya que podrían causar problemas operacionales.
En la siguiente fase del proyecto, el objetivo era la obtención de un biocombustible sólido en forma de pellets. Debido al elevado contenido de cenizas de las especies estudiadas, los pellets obtenidos no cumplieron con las especificaciones de calidad mínima requeridas según la normativa vigente y por eso sólo podrían ser empleados en instalaciones de combustión especialmente diseñadas y ajustadas para este tipo de biocombustibles.
En la última fase se estudió la viabilidad técnico-económica de las soluciones propuestas y se evaluaron los consumos energéticos, así como la generación de residuos en entes relacionados con el sector acuícola determinándose que el potencial de energía renovable generada mediante la combustión y la digestión anaerobia de las algas estudiadas, permitirían cubrir buena parte de la demanda eléctrica de los entes estudiados.
Colaboraciones
Para alcanzar este objetivo, el proyecto ha contado con la colaboración del Centro Tecnológico del Mar (CETMAR), el puerto de Vigo, la Federación Provincial de Cofradías de Pontevedra, el Grupo de Acción Local do Sector Pesqueiro (GALP) de la Ría de Arousa, el Centro de Experimentación Pesquera de Asturias, la Lonja Campelo y las Cofradías de Baiona, Barallobre, Cambados, Lourizán, Raxó, Pontevedra, Cangas, Carril, Redondela, Mugardos, Noia, A Pobra do Caramiñal, O Grove, Rianxo, Vigo, Vilanova, Illa de Arousa, Vilaxoán, A Coruña, Vilaboa, Espasante, Malpica, Ribeira, A Guarda, Arcade, Bueu, Burela, Celeiro, Fisterra, Foz, Marín, Ribadeo, San Cibrao, Vicedo, Lastres, Luarca, Tapia, Viavélez, Luanco, Llanes, Bustio, y Gijón.
Además, Valoralgae se ha desarrollado con la colaboración de la Fundación Biodiversidad, del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, a través del Programa Pleamar, cofinanciado por el Fondo Europeo Marítimo y de Pesca (FEMP).