TCR300 es el nombre de la planta piloto en la que se han fabricado el TCR-Oil normal y el TCR-Oil mejorado que movieron el motor de un Wolkswagen XL1. Esta es la principal demostración que tuvo lugar durante la última reunión celebrada en junio del proyecto To-Syn-Fuel, enmarcado dentro del programa de investigación de la Unión Europea Horizonte 2020.
El socio coordinador y responsable del desarrollo de la marca TCR (tecnología termocatalítica reformada), el instituto alemán Fraunhofer Umsicht, presentó los dos bioaceites que funcionan como biocarburantes y que se fabrican a partir de lodos de depuradoras de aguas residuales. Todos los combustibles que se desarrollen dentro de To-Syn-Fuel tiene la dualidad de ser sintéticos y a partir de biomasas residuales.
Los responsables de Fraunhofer Umsicht aprovecharon para presentar el vehículo prototipo híbrido (diésel/eléctrico) Volkswagen XL1 que se utiliza para las pruebas de conducción y actividades promocionales relacionadas con la producción y utilización del TCR-Oil, en colaboración con otro de los socios alemanes del proyecto: Verfahrenstechnik Schwedt.
Hidrodesoxigenación a alta presión y adsorción por oscilación de presión
Según explican en la página web del proyecto, un socio alemán más, Susteen Technologies, “comercializa la tecnología TCR y ha construido el primer prototipo de planta industrial con una capacidad de producción de siete toneladas por día, que actualmente se somete a un riguroso programa de prueba para proporcionar insumos clave en la planta piloto ya en marcha”.
Esta última planta de demostración, denominada TCR300, se visitó durante el encuentro de To-Syn-Fuel. En ella se testan los diferentes procesos para la obtención de los biocarburantes, como la hidrodesoxigenación a alta presión (HDO) y la adsorción por oscilación de presión (PSA).