La propuesta presentada por Biden (que puede verse aquí) plantea para los biocombustibles 1 mil millones de dólares en apoyo durante el período 2022-26, incluidos 500 millones de dólares en 2022, 250 millones de dólares en 2023 y 250 millones de dólares en 2024.
El presupuesto también incluye 15,4 mil millones de dólares en apoyo para aumentar la fabricación de biorefinerías, productos químicos renovables y productos de base biológica. Estos fondos incluyen 4,93 mil millones de dólares en apoyo para el año fiscal 2022, 4,06 mil millones de dólares para el de 2023, 3,19 mil millones de dólares para el de 2024, 1,74 mil millones para el año fiscal 2025 y 580 millones para el de 2026.
Para el combustible de aviación sostenible, el presupuesto incluye 6,6 mil millones de dólares en incentivos fiscales durante la próxima década, incluidos 363 millones de dólares en el año fiscal 2022; 503 millones en el de 2023; 633 millones de dólares en 2024; 693 millones de dólares en 2025; 1,3 mil millones de dólares en 2026; 1,7 millones de dólares en 2027; 743 millones en 2028; 376 millones de dólares en 2029; 199 millones de dólares en 2030 y 117 millones de dólares en 2031.
El presupuesto también incluye disposiciones para ampliar y mejorar los incentivos a las energías renovables y alternativas, y para ampliar y modificar el crédito fiscal a la producción de energía renovable.
Con respecto a esta propuesta del presidente Biden, la Asociación de Combustibles Renovables mostró su agrado en esto términos. "Nos complace ver la financiación de combustibles renovables como el etanol de bajo carbono incluido en la propuesta de presupuesto del presidente y esperamos aprender más sobre el uso previsto de esta financiación propuesta", dijo su presidente y director ejecutivo, Geoff Cooper, quien agregó: “El etanol y otros combustibles renovables pueden impulsar de inmediato los esfuerzos de nuestra nación para pasar de los combustibles fósiles a un futuro con cero emisiones de carbono. Según científicos del Departamento de Energía, la Universidad de Harvard, el MIT y otras instituciones y agencias, el etanol actual ya está reduciendo las emisiones de gases de efecto invernadero en casi un 50 por ciento en comparación con el petróleo; y la innovación y las ganancias continuas de eficiencia ya están poniendo al etanol de maíz en el camino hacia emisiones netas cero. Una inversión en la infraestructura de producción y distribución de combustibles renovables es una inversión en un futuro más limpio y brillante para nuestra nación”.