En contra de lo que se podría pensar al seguir el debate sobre las estrategias climáticas y forestales de la UE, parece que sigue habiendo un gran espacio para los biocombustibles derivados de la madera en Europa. De hecho, según el informe de WRI, la necesidad de pellets de madera aumentará entre un 30% y un 40% hasta 2025 en el Viejo Continente, lo que equivale a unos 8-10 millones de toneladas (tomando con referente las cifras de consumo de 2018).
La razón de ello es, según el WRI, que la biomasa juega un papel importante para alcanzar los ambiciosos objetivos de la EU en materia de energía renovable.
De acuerdo con este organismo internacional, los pellets de madera tienen, además, muchas ventajas frente a otros tipos de biomasa. En la actualidad, se utilizan principalmente subproductos/residuos de aserraderos para producirlos. El 85% de la materia prima de los pellets tiene este origen. El resto procede de la madera maciza (13%) y de la madera reciclada (2%).
Como la industria del aserrado está a pleno rendimiento en la mayor parte del mundo, el volumen de subproductos debería ser mayor que nunca. Sin embargo, el WRI no cree que los subproductos de los aserraderos permitan cubrir la totalidad de las necesidades de producción de pellets de madera en Europa ya que otros sectores también demandan gran cantidad de estos subproductos, caso de las industrias de la pasta y del cartón. El mercado de tableros de madera también está creciendo y la materia prima utilizada para su producción es, más o menos, la misma.
El organismo indica que el incremento de la demanda podría cubrirse, en parte, mediante la importación –principalmente del sur de Estados Unidos– pero insiste en que "será necesario un aumento sustancial de la producción de pellets de madera en Europa". En términos de materia prima, esto supone más de 20 millones de metros cúbicos de madera maciza.
Nuevas materias primas
Para dar respuesta a la demanda, el WRI cree que se necesitará materia prima complementaria de biomasa. Principalmente residuos forestales, madera reciclada y biomasa procedente de cultivos energéticos. Las astillas de madera reciclada también podrían convertirse en una importante materia prima para la producción de pellets. En la actualidad, este tipo de material representa el 2% de la materia empleada para producirlos.
Según Bioenergy Europe, el 85% de la materia prima para la producción de pellets de madera procede de la industria maderera (aserraderos, cepilladoras, etc.), el 13% de madera en rollo y el 2% de madera reciclada. En cuanto a su uso, los pellets se utilizan principalmente para la calefacción, si bien aproximadamente un 40% se destina ya a la producción de electricidad; y, dentro de este porcentaje, un 13% a la producción combinada de calor y electricidad (CHP).
Los mayores productores de pellets de madera en Europa son Alemania (2,4 millones de toneladas), Suecia (1,8 millones de toneladas), Letonia (1,6 millones de toneladas), Rusia (1,6 millones de toneladas) y Francia (1,5 millones de toneladas). En su consumo, destacan Reino Unido (8,5 millones de toneladas), Italia (3,3 millones de toneladas), Dinamarca (3,1 millones de toneladas), Alemania (2,2 millones de toneladas) y Suecia (1,8 millones de toneladas).
