En marzo, cuando la Comisión Nacional de Energía (CNE) emitió un informe sobre el nuevo real decreto de obligación de biocarburantes que eleva los porcentajes de estos a utilizar en el transporte hasta 2013 (especialmente los del biodiésel), afirmó que sería imposible cumplirlos si no se incorporaban nuevas medidas. Y en esa línea va el informe aprobado ayer por el Consejo de la CNE sobre la propuesta de resolución por la que se incluye el hidrobiodiésel en la Orden ITC/2877/2008 sobre fomento del uso de biocarburantes en el transporte.
De esta manera, el hidrobiodiésel entra en el sistema de certificación de biocarburantes, “mediante la fijación de su contenido energético y del rendimiento volumétrico a aplicar en los correspondientes procesos de transformación”, explica la CNE. El mismo organismo reconoce que, de esta manera, “se facilitará el cumplimiento de los objetivos obligatorios de biocarburantes recientemente establecidos para los años 2011, 2012 y 2013, lo cual aliviará las dificultades identificadas por la CNE para dicho cumplimiento y quizá permita evitar alguna de las modificaciones regulatorias propuestas por la CNE para alcanzarlos”.
Las refinerías de Repsol ya producen hidrobiodiésel
En España, Repsol es la compañía que más ha investigado con hidrobiodiésel, e incluso lo ha producido a nivel industrial. Según informaban recientemente en su blog sobre innovación, uno de los objetivos que se lograron con la iniciativa PIIBE (Proyecto de investigación para el impulso del biodiesel en España) fue la consecución de la primera prueba industrial para producir hidrobiodiésel. Del PIIBE nace otro proyecto, Coprocesamiento de aceites vegetales, que tiene objetivos similares. Desde Repsol explican que el nuevo biocarburante es un biolíquido que se extrae de aceites vegetales o grasas animales que se tratan con diferentes procesos en unidades de hidrodesulfuración en las refinerías de la empresa.
Dentro de esos procesos, la compañía petrolera destaca “la hidrogenación, una técnica que permite extraer el oxígeno de los triglicéridos presentes en esos aceites. Es una técnica que no se puede llevar a cabo en cualquier refinería, ya que la hidrogenación del aceite acarrea la formación de subproductos (CO2, CO y agua), así como un aumento de propano (biopropano) y de consumo de hidrógeno”. Tras un período de investigación realizado en el Centro de Tecnología Repsol en el que se evaluó el impacto del proceso en los equipos y se estudió en detalle a baja escala, “se han llevado a cabo dos demostraciones a escala industrial en los complejos de Puertollano y Cartagena, en los que se han coprocesado un millón de litros de aceite vegetal”, concluyen en Repsol.
No obstante, de la información de la CNE se extrae que se trata de un biocarburante “en pruebas”, y en su nota del acuerdo alcanzado ayer concluye que “en relación con los valores propuestos para el contenido energético y el rendimiento volumétrico, se considera aceptable la utilización de valores estándar y se recomienda realizar una revisión del rendimiento volumétrico en el caso de que en el futuro se disponga de los medios analíticos que permitan la determinación exacta del contenido de biocarburante”.
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