El pasado 2017 concluyó con dos noticias relevantes procedentes de dos compañías que llevan años liderando el sector de los biocarburantes en general y el de los destinados a la aviación en particular. La primera procede de la estadounidense Gevo, líder mundial en la producción de isobutanol como biocarburante, que ya en noviembre anunció un acuerdo con ocho compañías aéreas para fomentar el uso de este combustible.
En diciembre dio a conocer que GE Aviation, filial de General Electric como proveedor de motores a reacción, componentes y sistemas integrados para la aviación, comenzó las pruebas para testar la reacción de los componentes de los motores con la utilización de un combustible para aviones compuesto al cien por cien con alcohol-to-jet (ATJ), patentado por Gevo.
“El futuro es reemplazar todo el barril de petróleo con hidrocarburos biológicos”
"Si realmente vamos a reducir nuestras emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) en la aviación, tenemos que ser capaces de reemplazar porcentajes más grandes de combustible de petróleo con alternativas biológicas como el ATJ de Gevo”, afirma Patrick Gruber, director general de la compañía.
En la nota de prensa inciden en que biocarburantes de este estilo “tienen el potencial de mejorar el rendimiento, al proporcionar una mayor densidad de energía”. “El futuro es reemplazar todo el barril de petróleo con hidrocarburos biológicos que estimulen la economía, mitiguen las emisiones, aprovechen los recursos abundantes y mejoren la sostenibilidad”, apostilla Gruber.
Descarbonizar la aviación
Desde Finlandia, Neste Oil describe una trayectoria similar, ya que al menos desde 2013 está involucrada en el desarrollo de biocarburantes para la aviación, en este caso a partir de aceites usados. Su último paso ha sido desarrollar una página web (decarbonizingaviation.com) “para crear conciencia y facilitar el diálogo con el objetivo de reducir la huella de carbono de la industria de la aviación”.
“El sitio presenta vídeos, blogs, artículos y noticias sobre temas candentes en el debate sobre la descarbonización de la aviación, desde el empleo de productos de desecho como combustible sostenible para aviones hasta los cambios legislativos y la visión de los pasajeros”, explican desde Neste.
Objetivo: incrementar un 20 por ciento las ventas en aviación para 2020
Según Paul Paoletta, director de Neste Aviation Solutions, la compañía “trabaja incansablemente para ayudar a los aeropuertos y a todos los interesados en la aviación a aprovechar combustibles sostenibles de bajo carbono en sus operaciones, pero también abriendo otras oportunidades de desarrollo más sostenibles a través de nuestra solución Neste Green Hub”.
Desde Neste reconocen que la aviación es una de las áreas de crecimiento, y se han fijado un objetivo de incremento de ventas de productos renovables de la compañía fuera del tráfico rodado de un 20 por ciento para 2020.
Pero, como ya hicieron Gevo y la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), Neste basa su mayor presencia en el mercado en un incremento sustancial de los viajes en avión. De nuevo se olvidan entre las tres medidas para apostar por la sostenibilidad (mejoras operativas, mejoras técnicas y uso de biocarburantes) de la reducción de esos viajes, clave para una verdadera descarbonización según varios estudios científicos.