El Foro de Bosques y Cambio Climático organizó el pasado martes un webinar para tratar las implicaciones de la actual Directiva Europea de Energías Renovables en el uso de la biomasa para la generación energética (RED-II), y las que se puedan generar de la nueva revisión de la directiva. El anuncio realizado por la Comisión Europea en julio de 2021 sobre la intención de volver a revisar la Directiva de Energías Renovables ha generado "un marco de gran incertidumbre tanto para suministradores como para empresas de generación", según informa el Foro.
Las propuestas realizadas recientemente por algunos comités europeos, como por ejemplo, la prohibición del uso de biomasa primaria, la imposición de determinados sistemas de uso en cascada de la madera, o la aplicación de criterios de sostenibilidad a instalaciones a partir de 5 megavatios (MW) de potencia, "que modifica la situación del mercado actual y dificulta de forma considerable realizar una gestión forestal sostenible en nuestros montes".
En el debate hubo una interesante representación de empresas, ONGs, selvicultores y administración. Participaron: Pablo Rodero, en representación de la Asociación Española de la Biomasa (Avebiom); Luis Javier Sánchez, Director de Sostenibilidad Agroforestal de ENCE; Jesús Alcanda, Director de Biomasa de Sacyr; Miguel Ángel Soto, responsable de campañas de Greenpeace España; Francisco Carreño, Presidente de la Confederación de Organizaciones de Selvicultores de España; y María Torres-Quevedo, Subdirectora adjunta de Política Forestal del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico.
Entre todos los participantes hubo un gran consenso sobre la importancia que tiene para los países mediterráneos, como España, el aprovechamiento de biomasa para reducir el exceso de materia de los bosques, y que de otro modo supone un alto riesgo para la propagación de incendios forestales. "En este sentido las directivas europeas deberían tener en consideración las características de nuestra climatología y no trasladar, como parece que está produciendo, la casuística de países del norte de Europa a nuestro entorno". La Comisión Europea debería considerar, por tanto, la "excepcionalidad ibérica" en el uso de la biomasa.