El consumo de biomasa forestal para usos térmicos en Cataluña ha crecido un 9,5% en 2022, es decir, 546.700 toneladas anuales en una superficie forestal que también aumenta un 10% hasta las 22.778 hectáreas, según el Balance 2022 elaborado en el marco de la Estrategia catalana para promover el aprovechamiento energético de la biomasa forestal y agrícola. "Este buen comportamiento permite avanzar en el cumplimiento de los objetivos de la Estrategia, que pretende alcanzar las 730.000 toneladas de biomasa consumida para usos térmicos y las 30.400 hectáreas gestionadas en 2027", según señalan desde el Instituto Catalán de Energía (Icaen).
En la actualidad, el Icaen tiene vigentes dos líneas de ayudas para incentivar las energías renovables para usos térmicos, que es la principal función de la biomasa. En el ámbito de la actividad productiva, se han recibido 118 solicitudes de proyectos a tal fin, mientras que en el ámbito residencial se están tramitando 1.252 peticiones. La línea de ayudas en el ámbito de la actividad productiva todavía dispone de presupuesto, por tanto, se pueden seguir presentando solicitudes.