“El concepto de ciudad circular es fundamental para garantizar que los municipios europeos sean más sostenibles, desarrollando la economía local, creando puestos de trabajo y protegiendo el medio ambiente y el bienestar de los ciudadanos europeos. El biometano es un verdadero facilitador de una economía circular”.
Así comienza la carta que la Asociación Europea del Biogás (EBA en sus siglas en inglés) anima a mandar, sobre todo en calidad de representantes de ciudades y regiones europeas, al vicepresidente de la Comisión Europea (CE), Frans Timmermans, y a las comisarias de Transporte y Cohesión y Reformas y a los comisarios de Medio Ambiente y Mercado Interior.
Se trata de uno de los movimientos que el sector del biogás europeo hará de cara a mejorar su posición dentro del paquete Fit for 55 y su aprobación definitiva tras el paso por el Parlamento Europeo y el Consejo de la Unión Europea. La EBA es tajante al afirmar que “el biogás europeo ya mejora hoy en día las propuestas del Fit for 55”. “Nuestra industria está plenamente comprometida con el objetivo de neutralidad climática establecido por la UE”, añaden.
Enfoque de ciclo de vida completo, no desde el tubo de escape
A continuación, la EBA aborda una de las cuestiones que más escuece en el sector, el análisis del ciclo de vida completo de cada uno de los combustibles en el transporte. Si como quiere la CE, se buscan las cero emisiones desde el tubo de escape, ni siquiera los vehículos movidos por biocarburantes como el biometano cumplirían con los estándares de emisiones reforzados propuestos para 2035.
Por este motivo, desde la EBA consideran que “solo un enfoque de ciclo de vida para reducir las emisiones en todos los sectores de nuestra economía hará realidad esta ambición. Las tecnologías y los combustibles disponibles en la UE hoy en día, incluidos el biogás y el biometano, proporcionan reducciones ya mismo, y con el soporte pertinente seguirán impulsando la transición energética también en los próximos años”.
Los residuos y la competencia con la electricidad
La relación con la eliminación de residuos es otra baza que no quiere dejar de jugar el sector. En la carta a los representantes de la CE inciden en que “los municipios de Europa piden el reconocimiento y el apoyo de la UE a un enfoque de ciudad circular con combustibles de transporte como el biometano a partir de flujos de residuos orgánicos”.
Y por supuesto, está también la intención de que la electricidad renovable no interfiera en la bioenergía: “al tiempo que apoyan el despliegue de la infraestructura de transporte eléctrico verde, estas ciudades solicitan a las instituciones de la UE que les permitan promover, en igualdad de condiciones, otras opciones alternativas, como la movilidad como gas renovable, como herramientas esenciales de descarbonización local”.
Los impuestos suenan mejor
Al sector le suena mejor la propuesta de la CE sobre los impuestos a los combustibles acorde con la intensidad de sus emisiones. Gasóleo, gasolina y biocombustibles no sostenibles estarán sujetos a la tarifa mínima más alta de 10,75 €/GJ (euros por gigajulio). El gas fósil y los combustibles no renovables de origen no biológico tendrán 7,17 €/GJ; los biocombustibles sostenibles no avanzados 5,38 €/GJ; y la tarifa mínima más baja, de 0,15 €/GJ, corresponde a la electricidad, el hidrógeno renovable y los biocarburantes sostenibles avanzados, biometano incluido.
Pero la EBA mantiene su calendario de acciones para seguir metiendo presión y que sus expectativas no se rebajen. Anuncian que “tras el lanzamiento del paquete Fit for 55, organizaremos una sesión de información en línea para los miembros de la asociación el 17 de septiembre de 2021, en la que nuestro equipo de políticas analizará las conclusiones clave de este paquete para nuestra industria”.
Convertir plantas de cogeneración en plantas de biometano
También se espera la publicación de “un importante artículo científico en los próximos meses” y siguen los preparativos para la Conferencia Europea del Biogás 2021, que tendrá lugar del 26 al 27 de octubre en Bruselas (Bélgica). Mientras, la EBA se ha fijado el objetivo para 2030 de alcanzar los 45 GW de capacidad instalada de biometano en toda Europa. En 2019, según sus últimas estadísticas, no llegaba a los cuatro gigavatios.
Su centro técnico ha identificado áreas de trabajo específicas para lograr este objetivo. “Ya hemos comenzado –señalan– con una de las cuatro áreas: analizar las rutas para convertir las plantas de biogás-cogeneración actuales en plantas de biogás-biometano. Cada conversión conllevará un documento con los conocimientos adquiridos durante el proceso, y se compartirá con una amplia audiencia a través de los canales de difusión de la EBA”.
