Poco días antes de que tuviera lugar la European Biogas Conference en Bruselas, la nueva presidenta de la CE, Ursula von der Leyen, anunció la propuesta de composición de su gabinete. Esto motivó que la cita se centrará especialmente en las expectativas y demandas del sector hacia la CE. Harm Grobrügge, presidenta de la EBA, destacó “el papel del biometano y otros gases renovables como una piedra angular importante de una economía neutra en carbono en Europa”.
La nota de prensa sobre la conferencia la emitió la EBA el pasado viernes, el mismo día que hacía también un repaso a la propuesta de comisarias y comisarios vinculados directa e indirectamente con el desarrollo del biogás. A la que dedican más atención es Kadri Simson, propuesta para Energía. La EBA habla más del papel a desempeñar por el gas en general que del biogás en los objetivos de descarbonización de la UE.
Por ejemplo, señalan que “el gas tendrá un papel que desempeñar en la transición hacia una economía neutra en carbono, especialmente a través de la captura y almacenamiento de carbono”. Y lo rematan con que la nueva CE “evaluará cómo se deben diversificar las fuentes de suministro a precios competitivos, en particular haciendo pleno uso del potencial del gas natural licuado asequible”.
El papel del biogás en la economía circular y en el transporte
También citan las agendas que enfrentan Janusz Wojciechowski (Agricultura), Rovana Plumb (Transporte) y Virginijus Sinkevičius (Medio Ambiente). De este último la EBA recuerda que “tendrá que presentar un nuevo plan de acción de economía circular para garantizar el uso sostenible de los recursos, especialmente en sectores intensivos en recursos y de alto impacto”.
La conferencia de Bruselas incidió mucho en este aspecto que tanto afecta al biogás, la economía circular, al aprovechar diversos residuos y subproductos que vuelven al mercado en forma de diferentes productos, energéticos incluidos. De ahí las palabras de Olivier Diana: “el biogás debe integrarse en modelos de negocio agrícolas circulares y sostenibles".
Otras intervenciones se centraron en el potencial como biocarburante. Antonio Tricas, de la Dirección General de Transporte, resaltó que el biometano “puede "contribuir significativamente a la descarbonización del transporte y aumentar la seguridad del suministro energético de la UE", ya que "reducirá los costos de las importaciones de gas natural y crearía empleos en la UE”.
David Fernández, subdirector de Gas Natural Vehicular en Nedgia, recordó que “el biometano es la solución para abordar el problema de la producción intermitente de otras energías renovables”; pero Jean-Marie Gauthey, de Gaz Réseau Distribution France (GRDF), advirtió que “los operadores de la red están en proceso de adaptación a una nueva realidad y existe la necesidad de un plan integrado de desarrollo de infraestructura de gas y electricidad”.
Un potencial no tan entusiasta como se prevé
Esta infraestructura y el desarrollo en general del biometano está en peor situación en unos países que en otros. España es de los peores, como se resalta en el reportaje publicado en el mes de septiembre en la revista Energías Renovables. Además, en este mismo reportaje, se expone la necesidad de sopesar con cautela el potencial que se le adjudica a los gases renovables a la hora de suplir las demandas energéticas.
Tras la publicación del informe elaborado por la consultora Ecofys para el consorcio europeo Gas for Climate sobre el potencial del gas renovable (biogás, biometano y power-to-methane), llegaron otros que rebajaban las expectativas. Básicamente, el estudio de Ecofys pronostica una producción de 1.072 TWh (98 bcm) de biometano anualmente (22 por ciento del consumo de gas actual). La patronal europea del gas (Eurogas) presentó otros estudios que marcan un potencial del 76 por ciento de gases renovables para 2050.
En el otro extremo, el Oxford Institute for Energy identificó un potencial de solo 50 bcm para 2030, es decir, alrededor del diez por ciento del consumo total de gas. Por otro lado, el International Council on Clean Transportation rebaja notablemente la aportación si se aplican los criterios de sostenibilidad, colocando el potencial en 36 bcm para 2050, solo el doce por ciento de la demanda de gas esperable para ese año.