Es cierto que España ha avanzado (un 0,9 de día), pero no le da para cubrir con un día entero más la demanda total de energía con biocombustibles. Y esto ha enfadado a la Asociación Española de Valorización Energética de la Biomasa (Avebiom). Su presidente, Javier Díaz, considera que “España debería haber avanzado más, pero la falta de un decidido apoyo por parte de las administraciones ha frenado la progresión”.
En septiembre avanzábamos que la Unión Europea conseguía adelantar dos días la celebración del Día Europeo de la Bioenergía con respecto a 2017, pasándolo al 19 de noviembre e incrementando a 43 días el período durante el cual existe suficiente energía con biomasa (sólida, líquida y gaseosa) para abastecer totalmente a la UE.
También se anunciaba en la misma noticia que Estados miembros como España, el Reino Unido, Países Bajos e Irlanda se mantenían estancados en su progresión. El estancamiento de España le lleva a perder dos puestos con respecto al año pasado, al sobrepasarle Grecia y Bélgica y descender del 23º al 25º lugar.
Ni siquiera el entorno de precios estables de los biocombustibles sólidos (pélets, astillas y huesos de aceituna principalmente) ni el de subidas del gasóleo y el gas natural que se anunciaban como propicios el año pasado, han evitado que España vuelva a celebrar su Día de la Bionergía en la misma fecha que en 2017.
Peticiones de Avebiom al Gobierno y a la Ley de Cambio Climático y Transición Energética
Díaz incide en que “España pierde posiciones en Europa, cuando contamos con un gran potencial de recursos infrautilizados que, si se aprovecharan, el Día de la Bioenergía se adelantaría al 25 de noviembre, una fecha muy próxima a la de la media europea (19 noviembre)”. Y, como el año pasado, Avebiom recuerda el potencial de biomasa forestal y agrícola que se podría utilizar como biocombustibles para alcanzar esta meta.
No obstante, el presidente de Avebiom reconoce las expectativas suscitadas por el nuevo Gobierno y la futura Ley de Cambio Climático y Transición Energética y le pide que “tome medidas urgentes si quiere cumplir con los objetivos europeos para reducir la dependencia de las energías fósiles, altamente contaminantes, que desequilibran enormemente nuestra balanza de pagos nacional al no ser recursos endógenos, como sí es la biomasa”.
Javier Díaz reclama al Gobierno que promueva “el papel de la bioenergía como uno de los principales motores que nos permitan alcanzar los objetivos de la futura Ley de Cambio Climático y Transición Energética”. En el caso de la generación eléctrica, añade que “sería importante que se convocaran nuevas subastas con el fin de que se pueda mantener la base de generación gestionable con esta tecnología cuando se vayan cerrando las térmicas de carbón, los ciclos combinados y las nucleares”.