Tras el desplome del precio del barril de petróleo Brent del Mar del Norte hasta los 50-60 euros, la Asociación Europea de la Biomasa (Aebiom) y la Asociación Española para la Valorización Energética de la Biomasa (Avebiom) solicitaron recientemente a los gobiernos que aprovechen esta oportunidad para luchar contra las emisiones de los combustibles fósiles que provocan el calentamiento global introduciendo y aumentando las cuotas e impuestos al CO2 emitido. En las jornadas organizadas conjuntamente por Unión por la Biomasa y APPA en Genera se realizó una petición similar, especialmente a cargo de COSE.
Patricia Gómez, tras exponer los beneficios económicos, sociales y medioambientales que comporta apostar decididamente por la biomasa como fuente de energía renovable, recordó que su organización ha detectado un leve incremento de la demanda de madera, tras largos años de recesión y precios bajos en el mercado. Sin embargo, reconoció igualmente que “al bajar el coste de los combustibles fósiles, también ha decrecido la demanda de biomasa forestal”. Por todo ello, considera que “la aplicación de una tasa a la emisión de CO2 sería la vía más eficaz para combatir el cambio climático, y una forma justa de conseguir una economía baja en emisiones de CO2”.
Crear una organización interprofesional de la biomasa
Como ya se expuso en otra feria, la de Biomassa Forestal de Catalunya, la conexión energía-gestión forestal comienza a ser determinante, por lo que desde COSE manifiestan que “los selvicultores están decididos a implicarse más en este sector, organizándonos y gestionando colectivamente para garantizar el suministro de materia prima a la industria”. Gómez insistió en que “el céntimo forestal, ligado al consumo de hidrocarburos que generan los gases de efecto invernadero, serviría para desarrollar la actividad de la explotación de biomasa y favorecería la gestión forestal sostenible y fomentar el empleo en el medio rural”.
Para concluir, la gerente de COSE propuso la creación de una organización interprofesional de la biomasa que actúe para estabilizar el mercado y mejorar la calidad de la materia prima, realizar campañas de promoción y velar por el adecuado funcionamiento de la cadena de valor y su utilización energética. “Es sencillo, porque todos los actores implicados están localizados –afirmó Gómez– y es la fórmula ideal para estructurar este sector, ya que con esta herramienta es posible elevar a los ministerios afines nuestros acuerdos y propuestas”.