Después de haber actualizado tres de sus unidades de carbón para utilizar biomasa, Drax presume de haberse convertido en el mayor proyecto de descarbonización en Europa. Con esas tres unidades en funcionalmento, la planta producía ya el 17 por ciento de la electricidad renovable de Gran Bretaña. Con la renovación de la cuarta, la compañía podrá alcanzar su objetivo de operar plenamente sin carbón antes de 2025, la fecha límite establecida por el gobierno.
En palabras de Andy Koss, director general de Drax Power, "este es otro hito importante en la transformación de la central eléctrica. Extenderá la vida útil de la planta y protegerá los trabajos, a la vez que brindará energía más limpia y fiable para millones de hogares y empresas ".
La planta cuenta con un total de seis unidades, dos de las cuales operarán con gas y las otras cuatro ya lo hacen con biomasa (pélets de madera). Para convertir la última unidad de biomasa, el equipo del proyecto reutilizó parte de la infraestructura redundante que quedaba de la primera vez que la empresa empezó a utilizar biomasa con carbón a gran escala, hace unos ocho años.
Drax ha invertido alrededor de £ 700 millones (€ 780 millones) en la actualización de las tres primeras unidades y la infraestructura asociada de la cadena de suministro para utilizar biomasa sostenible en lugar de carbón. El costo de conversión de la cuarta unidad generadora está significativamente por debajo del nivel de las reconversiones anteriores, en alrededor de £ 30 millones (€ 33,5 millones).
La compañía se prepara ahora para reemplazar las otras unidades restantes por turbinas de gas de ciclo combinado, con una capacidad que podría alcanzar los 3.600 MW. Otro de sus objetivos es desarrollar 200MW de almacenamiento en batería. El proyecto de gas deber superar el examen de la Inspección de Planificación y el visto bueno posterior del Secretario de Estado de Energía Empresarial y Estrategia Industrial. Se espera que la decisión se de a conocer en 2019.
Críticas
La apuesta de Drax y el gobierno británico por el uso masivo de biomasa a escala industrial no está libre de críticas. En un reportaje emitido en mayo pasado (The true cost of greeen energy), la cadena pública de televisión Channel 4 denunciaba que grandes extensiones de bosques antiguos del estado de Virginia (Estados Unidos) se talan para derivar biomasa hacia las fábricas de Enviva, uno de los principales exportadores de pélets de madera hacia el Reino Unido, y en concreto hacia las unidades de Drax.
El reportaje también cuestionaba la afirmación de la empresa de que la quema de pélets reduce las emisiones de carbono en más del 80 por ciento. Para quemar una cantidad de pélets de madera que generara la misma cantidad de electricidad que el carbón, en realidad se produciría aproximadamente un ocho por ciento más de carbono, según se destaca en el reportaje, que contó con el apoyo del científico Bill Moomaw, uno de los expertos del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático de la ONU.