El Cener informaba recientemente de la última reunión mantenida por los socios de Cyclalg el pasado 30 de octubre en su sede de Sarriguren (Navarra): “a seis meses escasos de que finalice, los investigadores que trabajan en el proyecto afirmaron en esta jornada haber desarrollado biofertilizantes, biomóleculas, adhesivos… además de un sistema de elaboración de biodiesel sostenible en el tiempo a partir de estos microorganismos”.
Hace algo más de un año el Cener ya informaba que se había realizado “la valorización del aceite extraído de las microalgas cultivadas, que ha sido llevada a cabo por Centro de Aplicación y Transformación de Agro Recursos (CATAR-CRITT, socio francés del proyecto) para la producción de biodiésel”.
Fue una de las primeras actividades asociadas a Cyclalg, proyecto cofinanciado al 65 por ciento por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (Feder) a través del Programa Interreg V-A España-Francia-Andorra (Poctefa 2014-2020). La conclusión de la misma fue que “a partir de las caracterizaciones realizadas en Cener se ha demostrado la idoneidad del aceite de microalgas para la producción de biodiésel, al presentar un perfil lipídico idóneo para este tipo de aplicaciones”.
“Datos mejores de los que esperábamos”
Como se informaba también en la noticia de hace un año, las investigaciones, e incluso intentos de escalado industrial, para producir biodiésel con microalgas tienen más de una década a sus espaldas. Sin embargo, desde un primer momento, los investigadores han visto en Cyclalg una manera de potenciar la eficiencia y rentabilidad del proceso bajo el concepto de biorrefinería.
Sonia Castañón, coordinadora de Cyclalg e investigadora de Neiker-Tecnalia, asegura que “los datos que hemos obtenido son incluso mejores de lo que esperábamos cuando iniciamos este trabajo hace cuatro años”. Pero para que regiones enteras basen su desarrollo en procesos y proyectos de bioeconomía vinculados a las microalgas, “queda mucho por hacer”, añadió Castañón.
Hasta la fecha, la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia no registra en sus estadísticas de biocarburantes ni un solo de litro de biodiésel comercializado procedente de las microalgas como materia prima. Y todo a pesar de que investigaciones en 2007 afirmaban que la eficiencia de las microalgas es "diez mil veces superior a la de cualquier otro tipo de cultivo energético conocido".
Mientras tanto, el informe realizado por la empresa responsable de llevar a cabo la fase de demostración (Solartia) para confirmar la idoneidad del biodiésel producido concluye que “cumple perfectamente los parámetros de calidad de la norma UNE-EN 14214:20131”. Esta norma atañe a productos petrolíferos líquidos y ésteres metílicos de ácidos grasos (FAME) para motores diésel y equipos de calefacción.