En junio de 2013 Clariant presentaba Sunliquid, tecnología para fabricar etanol a partir de residuos de maíz, caña de azúcar y trigo, entre otros, en la que llevaba trabajando ya varios años. En septiembre de 2018 anunció la colocación de la primera planta comercial que desarrolla dicha tecnología en Podari (Rumanía).
Gracias al respaldo en la financiación del Séptimo Programa Marco y del consorcio Bio-Based Industries del programa de investigación e innovación Horizon 2020, ambos de la Unión Europea, Clariant afronta una inversión de cien millones de euros para convertir anualmente unas 250 000 toneladas de residuos de cultivos de agricultores locales en 50 000 toneladas de etanol celulósico.
Tras esta experiencia tecnológica de años y comercial en ciernes, Clairant, una de las pioneras en formar la Leaders of Sustainable Biofuels, decidió incorporarse recientemente al acuerdo previamente establecido entre ExxonMobil y Renewable Energy Group (REG) para probar también a escala comercial la tecnología REG Life Sciences, que convierte azúcares de biomasa celulósica residual en biodiesel.
Ingeniería genética para conseguir microbios ideales para convertir residuos en biodiésel
El trabajo conjunto entre Exxon y REG comenzó en 2016 a partir de la tecnología patentada por REG, que utiliza microbios para “convertir azúcares en biodiesel en un proceso de fermentación de un paso similar a la fabricación de etanol”.
Clariant asegura que con su incorporación se optimizará “aún más este proceso utilizando azúcares celulósicos previamente probados y comparados a través de la tecnología Sunliquid”. “El objetivo final es combinar los procesos de Clariant y REG en una tecnología de conversión perfecta”, añaden.
Vijay Swarup, vicepresidente de I+D en ExxonMobil Research and Engineering Company, explica que “en los últimos tres años nuestro trabajo con REG ha logrado importantes avances en la mejora genética de los microbios patentados utilizados en la conversión de azúcares celulósicos en biodiésel”.
Desde Clariant apostillan que “la tecnología REG Life Sciences ha demostrado su amplia aplicabilidad en industrias tan diversas como la alimentación y la cosmetíca, los productos químicos especializados y los combustibles para el transporte”.