La bioenergía es la mayor fuente de energía renovable del mundo y se espera que crezca sustancialmente como una de las muchas vías complementarias para apoyar las iniciativas de descarbonización.
Los 37 casos estudiados de mejores prácticas, seleccionados por los miembros del Programa de Colaboración Tecnológica en Bioenergía de la AIE, cubren las cuatro cadenas de suministro de biomasa más comunes (biomasa forestal, residuos agrícolas, cultivos energéticos, residuos) y sus usos finales (combustibles para el transporte, calor, electricidad) para evaluar los métodos, las prácticas y las tecnologías utilizadas para cultivar, cosechar, transportar, procesar y utilizar de forma sostenible la biomasa para la bioenergía.
Los casos incluyen:
- Residuos de cosechas forestales y madera afectada por incendios forestales para energía en Canadá.
- Valorización de las podas de los olivos en Italia.
- Centro logístico de residuos de cosechas y de procesamiento de piensos en Austria.
- Briquetas de cáscara de arroz en Tanzania.
- Sauce para energía y tratamiento de aguas residuales en Suecia.
- Hierba perenne en zonas de amortiguación para mejorar la calidad del agua agrícola en Estados Unidos.
- Sistemas integrados de cultivos arbóreos bioenergéticos en paisajes agrícolas de Australia.
- Cultivos intercalados para mejorar la fertilidad del suelo y el rendimiento agrícola en Zambia.
- Biogás a partir de estiércol de pollo y aguas residuales en China.
- Biogás a partir de los excedentes de vinaza en las industrias de la caña de azúcar en Brasil.
Resultados
Además de contribuir directamente al suministro de energía asequible y sostenible (ODS 7), más de la mitad de los casos estudiados contribuyen a los ODS relacionados con el desarrollo y el crecimiento económico (ODS 8), el progreso tecnológico y la promoción de industrias sostenibles (ODS 9) y la eficiencia en el uso de los recursos (ODS 12).
Las iniciativas estudiadas también contribuyen a otros ODS, dependiendo del tipo de cadena de suministro. Por ejemplo, las centradas en la biomasa forestal y los residuos contribuyen predominantemente a la gestión sostenible de la tierra (ODS 15), mientras que las centradas en los residuos agrícolas y los cultivos energéticos contribuyen a mejorar las oportunidades agrícolas y económicas de las personas (ODS 2) y a mejorar el agua potable y el saneamiento (ODS 6).
Las contribuciones a algunos de los ODS dependen de la ubicación geográfica. Por ejemplo, las cadenas de suministro en comunidades rurales, remotas e indígenas contribuyen a mejorar las oportunidades económicas y educativas (ODS 1; ODS 4), así como a reducir las desigualdades entre las mujeres y entre las regiones rurales y urbanas (ODS 5; ODS 10).
El informe completo está disponible (en inglés) en este enlace.