El informe estadístico sobre biomasa térmica de Bioenergy Europe combina datos, algunos de ellos ya presentes en el barómetro de EuroObserv’ER referido a 2017, y valoraciones en torno a la penetración de los biocombustibles en los sectores residencial, industrial, comercial y de servicios para producir calor y agua caliente sanitaria.
De entrada, asegura que en 2020 la UE superará en 3,4 puntos porcentuales los objetivos generales en climatización de los planes de acción nacionales de energía renovable (PANER) elaborados por los Estados y presentados a la Comisión Europea. “Esto no se debe a un rápido crecimiento de las renovables –explican–, sino a una baja ambición inicial en los PANER”.
En cuanto a los objetivos para 2030, advierte que “si todos los Estados miembros implementaran la obligación de climatización recientemente introducida en la nueva directiva de energías renovables, la UE solo alcanzaría alrededor del 35 por ciento”. “Esto no es suficiente para alcanzar nuestros objetivos climáticos para 2050. La UE y los Estados deberían centrarse ahora en este sector y establecer el marco adecuado para acelerar el despliegue de sistema de calor renovables”, apostillan.
Impulsor clave en la descarbonización del sector de la calefacción
En cuanto a los datos, el informe constata el crecimiento constante del calor generado con biocombustibles en todos los sectores. En general, en 2017 “representó el 86,6 por ciento del consumo total de calor renovable, haciendo de la bioenergía un impulsor clave en la descarbonización del sector de la calefacción”, señalan.
Por sectores, solo el 23 por ciento del consumo de energía de los hogares (excluyendo la electricidad) fue con energías renovables, y dentro de esta domina la bioenergía, con el 87 por ciento. Insisten en Bioenergy Europe que “hay una necesidad urgente de descarbonizar el sector residencial para mantener los niveles de aumento de temperatura por debajo de 1.5 °C".
“Se necesitan estrategias a largo plazo para descarbonizar el sector de la edificación para fomentar un cambio de sistemas fósiles a renovables, pero también para promover el reemplazo de viejos aparatos de biomasa por estufas y calderas de biomasa altamente eficientes, minimizando así el impacto del calor residencial de biomasa en la calidad del aire”, se expone en el informe.
Casi el cien por cien de la industria usa la biomasa entre las renovables para obtener calor
En cuanto al sector industrial, representó en general el dieciséis por ciento del consumo final de energía en la UE (excluido el de electricidad), y solo el trece por ciento de este fue con energías renovables, y casi en su totalidad con biocombustibles: el 99 por ciento. “La bioenergía, debido a su competitividad y no intermitencia, es una de las mejores soluciones para las demandas industriales”, apostillan desde Bioenergy Europe.
En cuanto al tipo de industrias, una parte significativa del consumo (casi el sesenta por ciento) se centró en la del papel, pulpa e impresión y un veintidós por ciento en las de madera y productos derivados de ella. El informe entiende que “la simbiosis de los procesos industriales, como un aserradero o una planta de celulosa, con la producción de bioenergía, aumenta la eficiencia de los recursos a medida que se utilizan los residuos en lugar de eliminarlos”.
El informe no dedica tanta atención a otros sectores, como el del comercio y los servicios públicos, que en total solo representan el cinco por ciento del consumo de biomasa para calor, alejado del cincuenta por ciento del residencial y del veintitrés por ciento del industrial. Incluye también lo que llaman “calor derivado”, que suma el dieciséis por ciento y hace referencia a las redes de calor que aportan energía térmica a instalaciones de diferentes sectores.
España, sexta en consumo de calor con biomasa
En cuanto a la situación por países, la lista no cambia con respecto la que aparece en el último barómetro de EurObserv’ER. Alemania, Francia, Suecia e Italia son los principales consumidores de calor con biomasa, pero en cuanto al porcentaje de esta dentro del resto de renovables dominan Letonia, Lituania, Rumania, Eslovaquia y Polonia. España ocupa el sexto puesto en consumo.
Por último, Bioenergy Europe lanza una serie de mensajes finales encabezados por el de que “la descarbonización del sector de la climatización debería ser una prioridad para las autoridades de la UE, nacionales y locales”. A partir de aquí considera que “se debería desarrollar una estrategia para eliminar los combustibles fósiles, comenzando por detener sus subsidios y la introducción de incentivos de mercado para fomentar un cambio a las renovables, por ejemplo un impuesto al carbono”.