Bolsonaro instauró en 2022 un arancel del cero por ciento a estas importaciones, con el objetivo, según dijo, de combatir la creciente inflación, pero la actual administración de Lula da Silva ha dejado que el impuesto, que había que renovar el 1 de febrero, expirara.
El Ministerio de Agricultura y Ganadería ha emitido un comunicado en el que afirma que el impuesto del 18% a la importación de etanol de Estados Unidos tendrá un impacto mínimo en el usuario final en Brasil. Otras fuentes, consultadas por Biofuels International, también consideran que la medida adoptada por el presidente Lula da Silva reducirá el precio competitivo del etanol importado del extranjero.
El año pasado, Brasil importó 312 millones de litros de etanol, siendo Estados Unidos el principal beneficiario ya que suministró el 65% de las importaciones totales de este combustible.
Brasil ha producido históricamente etanol a partir de la caña de azúcar, pero una oleada de inversiones en el estado de Mato Grosso en los últimos años ha dado relevancia al maíz como materia prima de la industria del bioetanol en el país. Los pronósticos de Conab (empresa pública vinculada al Ministerio de Agricultura) son que esta producción, localizada sobre todo en Mato Grosso, aumente un 30,7% en 2022/23 hasta alcanzar los 4.500 millones de litros.