La producción de biodiésel en Brasil sigue en expansión, alcanzando una estimación de 6.760 millones de litros en 2021 de acuerdo con los datos de la asociación Abiove. Eso sí, el país exporta muy poco, debido a la falta de competitividad en los costes internacionales; y las importaciones son casi nulas, ya que sólo el biodiésel nacional es elegible para las subastas (USDA-FAS, 2021).
En cuanto al etanol, su producción se redujo en Brasil un 23% con respecto a su pico de 2019. La mayor parte del etanol se hace a partir de la caña de azúcar, pero la producción de etanol de maíz se está expandiendo y ahora representa el 11% de la producción total de etanol en el país, estimada en 3,39 mil millones de litros en 2021, ocho veces más que en 2017. Los datos más recientes de empleo para el bioetanol son de 2020, y lo cifran en 536 200 puestos de trabajo, 11 000 menos que en 2019 (MTE/RAIS, 2022).
En eólica, gracias a la adiciones récord de 3,96 GW en 2021, la capacidad acumulada de generación se sitúa ahora en 21,2 GW. IRENA calcula que la mano de obra eólica del país es de unas 6.3800 personas, principalmente en el sector de la construcción, seguido por el de operación y mantenimiento. Alrededor del 80% de la capacidad instalada -y, por tanto, una parte considerable del empleo- se encuentra en el noreste del país (en los estados de Rio Grande do Norte, Bahía, Piauí y Ceará), y otro 10% en Rio Grande do Sul, en el sur. El noreste (Bahía y Ceará, junto con Pernambuco) también alberga plantas de fabricación de equipos eólicos.
En solar fotovoltaica, otra tecnología en clara expansión en el país, el año pasado se añadieron 5,5 GW. Dos tercios de la capacidad acumulada, 14 GW, corresponden a solar fotovoltaica distribuida (sistemas de menos de 5 MW), concentrada, sobre todo, en tres estados del sur y el sureste: Minas Gerais, São Paulo y Rio Grande do Sul, y el centro-oeste de Mato Grosso. Minas Gerais es el claro líder en instalaciones a gran escala, seguido de Bahía, en el noreste.
IRENA estima que el empleo en el sector solar fotovoltaico de Brasil era de unos 115 000 puestos de trabajo en 2021, frente a los 72 600 de 2020. Alrededor de 102 500 puestos de trabajo corresponden al segmento distribuido, que requiere mucha mano de obra, repartida entre pequeños instaladores. La mayoría de los módulos y paneles se importan de China; la fabricación de componentes en Brasil es muy limitada.
Respecto a la solar térmica, el país añadió 1,8 millones de metros cuadrados de sistemas en 2021, un 28% más que en 2020. El empleo em este sector se estima en 42.000 puestos de trabajo, según datos de Abrasol.
