La joven investigadora María Elena Mondéjar defendió el pasado 15 de marzo una tesis doctoral con mención europea en la Escuela de Ingenierías Industriales de la Universidad de Valladolid (UVA) centrada en el estudio de la densidad de las mezclas de diversos componentes mayoritarios del biogás (dióxido de carbono, monóxido de carbono, nitrógeno y metano). Según informa la UVA, el trabajo se enmarca en un proyecto europeo que pretende "caracterizar combustibles gaseosos no convencionales, procedentes de energías renovables, denominados biogás, para que puedan ser utilizados en las redes europeas de gasoductos”.
En el mencionado proyecto participan el grupo de investigación Termocal (acrónimo de termodinámica y calibración) de la UVA, en el que desarrolla sus investigaciones Mondéjar, el Centro Español de Metrología (CEM), del Ministerio de Industria, Energía y Turismo, y centros de investigación de otros países, como Alemania, Francia y el Reino Unido. La UVA precisa que “la técnica experimental que ha utilizado esta investigadora en sus tesis es un densímetro de flotador sencillo de suspensión magnética, la más precisa en la actualidad para la determinación de densidades en amplios rangos de temperatura y presión”.
La falta de normativa para la inyección de biometano desincentiva la inversión
No es el primer trabajo de estas características que se desarrolla y presenta en España. Hace ahora un año, Lucía Hernández, licenciada en Ciencias Ambientales y en Ingeniería Técnica Industrial por la Universidad Católica de Ávila, daba a conocer un proyecto de fin de carrera centrado en el diseño de una instalación destinada a inyectar biometano en la red de gas. El trabajo incluía un sistema de purificación previa del biogás y contaba con la dirección técnica de Endesa.
De momento, y al contrario que ocurre en países como Alemania, Suecia o Dinamarca, estas investigaciones no pueden dar el salto al plano industrial porque en España no existe una ley que permita la inyección del biogás purificado o biometano en la red de gas. El Plan de Energías Renovables 2011-2020 señala esta ausencia como una barrera que obstaculiza el desarrollo del biogás en nuestro país, y añade que “desincentiva cualquier iniciativa en este sentido, haciendo que los promotores que quieran llevar a cabo una planta de este tipo tengan que abrirse camino mediante procesos lentos y complejos”.
Recientemente, también la Asociación Española de Biogás (Aebig) demandó durante su última asamblea una normativa para la inyección de biometano en la red de gas natural. Este tipo de aprovechamiento energético del biogás está consolidado en Alemania, país de referencia en esta fuente de energía renovable. Según la Agencia Alemana de la Energía (DENA, en sus siglas en alemán), en 2009 existían 35 plantas que realizaban la conversión de biogás en biometano y lo vierten a la red. Los últimos datos estiman que en 2010 se incrementó en 30 más y la producción llegó a los 380 millones de Nm3 (metros cúbicos normales).
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