Además de UPM y VTT, en la iniciativa trabajan el consorcio de transporte de la egión de Helsinki, Volvo como fabricante de autobuses, Transdev Finland como responsable del seguimiento del consumo de diésel y los kilómetros recorridos y St1 como distribuidor del combustible utilizado. Las pruebas de campo de autobuses también son parte de un proyecto más amplio, BioPilot, coordinado por VTT, cuyo objetivo es impulsar que las empresas pongan en el mercado soluciones de energía renovable en el transporte y el tráfico.
Desde UPM anunciaron que la nueva fase de pruebas con el carburante de nombre UPM BioVerno comenzaron en octubre y tendrán una duración de un mínimo de un año. El biodiésel ha pasado previamente por varias pruebas en motores y vehículos llevadas a cabo en diversos centros de investigación, así como en flotas cautivas, siempre “con excelentes resultados”, afirman desde UPM. “Los estudios han demostrado que UPM BioVerno funciona exactamente igual que los mejores combustibles diésel de calidad y reduce las emisiones de manera significativa en comparación con el diésel fósil”, añaden.
En concreto, calculan que el uso de UPM BioVerno reduce las emisiones de gases de efecto invernadero en hasta un 80% en comparación con los combustibles fósiles, además de otras emisiones contaminantes propias de los vehículos diésel. El biocarburante se produce a partir de residuos de la industria de la celulosa, principalmente aceite con alto contenido en resina. Aparte del trabajo de UPM, Volvo lleva trabajando varios años en la incorporación de carburantes alternativos en sus vehículos.