La feria comenzó con un compromiso asociado a la novedad de este año: la primera edición del Saló del Biogàs i Tractament de Purins. La consejera de Agricultura, Ramaderia, Pesca i Alimentació de la Generalitat de Catalunya, Teresa Jordà, afirmó que su departamento espera aprobar pronto el nuevo decreto de deyecciones ganaderas "para asegurar la calidad de los suelos y las aguas subterráneas del país y por la sostenibilidad de las explotaciones ganaderas".
El problema de la gestión de purines y sus posibles soluciones a través de su aprovechamiento energético ha sido uno de los temas que ha protagonizado varias de las jornadas y presentaciones. Además, según el Ayuntamiento de Vic, “las jornadas técnicas, con conferencias y casos prácticos, han sido las iniciativas mejor valoradas tanto de la sexta edición de la Fira de Biomassa de Catalunya, como del salón del biogás”.
En el balance post-feria, el consistorio añade que “más de trescientos profesionales han participado y han valorado muy positivamente sus contenidos”. Añaden que “los más de noventa expositores de ambas ferias han podido mostrar sus productos y novedades, durante tres días de actividad comercial”, aunque, respecto a ediciones anteriores, “la afluencia de público ha sido menor”.
Las tres claves del éxito del biogás en Dinamarca
El concejal de Fires i Mercats del Ayuntamiento de Vic, Benjamín Dòniga, destaca que "el sector forestal es uno de los que ha logrado con más éxito sus objetivos comerciales”, sin olvidar la parte del salón del biogás, que incide en que “contribuye a encontrar soluciones al reto medioambiental que tiene nuestra comarca y estamos convencidos de que tendrá continuidad".
En este apartado del biogás tuvo una presencia significativa Dinamarca, con seis empresas que expusieron su experiencia “de más de cuarenta años desarrollando el sector, durante los cuales se han construido y puesto en funcionamiento más de 150 plantas de todos los tipos y tamaños, en un país del tamaño de Aragón”, según el embajador de este país en España, Jens Kisling.
Kisling compartió tres principales conclusiones tras este camino de “desarrollo tecnológico y de aprendizaje por ensayo-error”: “las economías de escala son fundamentales para la viabilidad económica de las plantas; es importante el apoyo de la administración pública, pero no necesariamente tiene que ser económico; y es muy positivo combinar residuos agrícolas, urbanos e industriales en una misma planta es muy positivo”.
Premis Biomassa 2018
Otro momento interesante de la feria fue la entrega de los Premis Biomassa 2018, que al final quedaron reducidos a tres, ya que no hubo candidaturas para el de comunicación y los de Proyecto de Investigación y Proyecto Fin de Grado o Máster se fundieron en uno que se llevó Fatene Bessal por su proyecto de fin de máster Sustitución de una caldera de gas natural por una de biomasa para la producción de vapor industrial del Màster en Tecnologies Facilitadores per a la Indústria Alimentaria i Bioprocessos de la Escola Superior d’Agricultura de Barcelona (UPC).
Los galardones, que organiza y entrega el Clúster Biomassa Catalunya, también recayeron en la empresa Aleix Rifà (categoría Emprendeduría y Empleo), por su modelo de “planta de calor modular prefabricada para biomasa, con silo y sala de caldera para potencias de entre 15 hasta 800 kW, totalmente adaptable al espacio disponible y estéticamente agradable, así como con una sistema de carga de combustible por gravedad y/o neumática”.
Por último, en la categoría Gestión Agroforestal Sostenible, el premio fue para la empresa SocialForest, por su “amplia experiencia y recorrido en proyectos de inserción social, considerando una gestión agroforestal sostenible como es el caso de La Fageda (Girona)”.
