El Reglamento 2015/1189 de la Comisión Europea establece los requisitos de diseño ecológico para comercializar y poner en funcionamiento calderas que utilizan combustibles sólidos con una potencia calorífica nominal igual o inferior a 500 kilovatios. Sin embargo, esta normativa no se aplica a las calderas que usen biomasas no leñosas. Pero es posible que se acabe aplicando.
Así lo establece el propio reglamento al prever su futura revisión “a la luz del progreso técnico registrado”, y que presentará al foro consultivo “a más tardar el 1 de enero de 2022”. De esta manera se evaluará si resulta adecuado “incluir las calderas de biomasa no leñosa con requisitos de diseño ecológico específicos para sus tipos de emisiones contaminantes”.
Pero hay más, ya que, en general, se contempla “establecer, para después de 2020, requisitos de diseño ecológico más estrictos aplicables a la eficiencia energética y a las emisiones de partículas, compuestos orgánicos gaseosos y monóxido de carbono”. Todo esto no es del agrado de Avebiom y Circe, y así lo exponen en la nota de prensa conjunta de presentación del proyecto europeo AgroBioHeat.
Límites estrictos para pélets de madera que se extenderían a biomasas no leñosas
Este proyecto, financiado por el programa de investigación e innovación de la Unión Europea Horizonte 2020, tiene como principal objetivo “promover la expansión del uso térmico de la agrobiomasa (paja, podas agrícolas, hueso de aceituna, cáscara de almendra o cultivos energéticos, entre otros) en la UE. Estas son algunas de las biomasas no leñosas que entrarían en la revisión del reglamento.
Ambos socios admiten que “el proyecto pretende actuar sobre una inminente amenaza que podría limitar el uso de la agrobiomasa”, en referencia a dicho reglamento, que en sus actuales términos entrará en vigor dentro de un año. Adelantan que ahora “impone unos límites muy estrictos de emisiones a las calderas de pélets y astilla de madera de menos de 500 kW” y prevén que durante 2021, en su revisión, “se extiendan a otros tipos de biomasa”.
“AgroBioHeat quiere facilitar al comité encargado de redactar la revisión, los límites factibles de emisiones con distintos tipos de agrobiomasa, a fin de que la regulación no ponga fin al desarrollo de la generación de calor con biomasas agrícolas”, añaden desde Avebiom y la Fundación Circe.
Emisiones de furanos y dioxinas
En el reglamento se reconoce que ahora mismo no se aplica a las calderas que utilizan biomasa no leñosa porque “no existe suficiente información a escala europea para establecer niveles adecuados para los requisitos de diseño ecológico para este tipo de calderas”, admitiendo que “pueden tener otros impactos ambientales significativos, como la emisión de furanos y dioxinas”.
Entre la biomasa no leñosa incluyen la paja, el miscanthus, la caña, las pepitas, el grano, los huesos de aceituna, el orujillo y las cáscaras de frutos secos. Concluyen la norma que “cuando se revise el presente reglamento se volverá a evaluar si conviene establecer requisitos de diseño ecológico para las calderas que utilizan biomasa no leñosa”.
En España, el Real Decreto 818/2018 sobre medidas para la reducción de las emisiones de determinados contaminantes atmosféricos obliga a que los biocombustibles sólidos que se comercialicen para calderas de uso no industrial identifiquen su clase de calidad y las especificaciones según las normas UNE-EN-ISO, incluidos huesos de aceituna y cáscaras de frutos.
AgroBioHeat “identificará, acompañará y asesorará a empresas y entidades”
Como ya informamos desde Energías Renovables tras la primera reunión del proyecto en Tesalónica (Grecia), AgroBioHeat lo forman trece socios de seis países europeos (España, Francia, Grecia, Hungría, Rumanía y Ucrania). Ahora los dos socios españoles insisten en su potencial para “impulsar acciones en las que se involucren instaladores de biomasa, fabricantes de calderas, agroindustrias y asociaciones y ayuntamientos, entre otras instituciones”.
Avebiom y Circe “identificarán, acompañarán y asesorarán a empresas y entidades en el desarrollo de dos proyectos concretos en España”. Pablo Rodero, responsable de AgroBioHeat en Avebiom, afirma que su asociación asume la responsabilidad de “localizar iniciativas de interés en nuestro país e intentar que salgan adelante para promover el uso de la agrobiomasa”.
En este propósito irá de la mano con Circe. Uno de sus investigadores, Daniel García, expone otras líneas de acción del proyecto: “promocionar las tecnologías capaces de usar agrobiomasa con garantías, acercar a los potenciales promotores a las instalaciones que ya están en marcha y convencer a la opinión pública de que esta biomasa puede ser utilizada de una manera tan segura y respetuosa con el medio ambiente como la forestal”.
Por último, y con la vista puesta en la mencionada revisión del reglamento, apostillan que otro de sus objetivos es realizar “una selección de tecnologías e instalaciones que se utilizará como test y para las mediciones, así como de las nuevas iniciativas con agrobiomasa que se quieren impulsar”.