Según el propio presidente de la Diputación, existen los medios técnicos, “pero se exige planificación, por lo que tenemos que ser capaces de organizarnos". El ofrecimiento a los empresarios agrícolas de las herramientas del Consorcio Provincial de Desarrollo Económico y de la Agencia Provincial de la Energía para favorecer esa organización, y la celebración de la jornada mencionada, donde los agricultores conocieron las nuevas tecnologías que hacen posible que un residuo agrícola como es la poda del olivar tenga un aprovechamiento energético, son dos buenos ejemplos del camino a seguir.
Construcción de una planta de gasificación
Días antes, el 12 de marzo, Caja Rural de Toledo, su compañía tecnológica participada, maat Gknoweledge, y la empresa Maxam Energy presentaron el proyecto Tratamiento Energético del Alperujo (TEA) a las cooperativas de Castilla-La Mancha en la I Jornada de gasificación de biomasas y otros materiales para la generación de energías, celebrada en Toledo.
El proyecto TEA consiste en la construcción de una planta de gasificación con producción de energía que permitirá el tratamiento del alperujo y el aprovechamiento de los restos de podas de olivo y también de vid. La iniciativa, en la que colabora la Universidad de Castilla-La Mancha, busca aprovechar las ventajas del proceso de gasificación de la biomasa sobre el tradicional de combustión que, según sus promotores, presenta “una menor contaminación por la generación de humos y un mayor aprovechamiento energético (30-50% frente al 10-22% de combustión directa) y de rentabilidad económica”.
Si cristalizan las oportunidades que anunció el presidente de la Diputación de Córdoba y el proyecto TEA concluye con éxito, 525.000 toneladas de residuos de la poda del olivar en la provincia andaluza y 80.000 toneladas de alperujo en Castilla-La Mancha tendrán un destino más rentable y sostenible que su actual desecho.