Tanto los responsables de la compañía eléctrica como los de la Junta de Castilla-La Mancha insistieron en que se trata de la primera planta en España de estas características, pero desde Norvento confirman a Energías Renovables que su planta de 2,5 MW de Allariz (Orense) sigue en funcionamiento y lleva desde 1998 produciendo electricidad a partir de residuos de origen forestal.
Prevención de incendios y creación de empleo
En el caso de la central de Corduente, a las ventajas ambientales y económicas derivadas del carácter renovable de la energía generada, sus promotores añaden otros dos objetivos que definen el proyecto. Uno de ellos tiene que ver con la prevención y extinción de incendios forestales, ya que la biomasa provendrá en gran parte de las labores de limpieza y poda de los montes que lleva a cabo en este sentido la Junta de Castilla-La Mancha
Otros de los objetivos está relacionado con la reactivación económica de los municipios que forman el Señorío de Molina de Aragón, gracias a la creación de empleo. En Iberdrola Renovables afirman que la central “da trabajo a 18 personas en la planta y a 14 en la trituración y traslado de la biomasa, además de las 250 que emplea la Junta en la limpieza de los montes”.
Las 26.000 toneladas de residuos forestales que entrarán al año en la planta de Corduente, de 2 MW de potencia, servirán para suministrar energía eléctrica a 14.000 habitantes. Según un comunicado de la compañía eléctrica, “los estudios técnicos realizados por la Universidad de Castilla-La Mancha e Iberdrola Ingeniería previos a la construcción fueron determinantes para la elección de Corduente, tanto por su proximidad a la materia prima, como por las buenas comunicaciones y la existencia de las líneas adecuadas para evacuar la electricidad”.
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