El llamado lactosuero, que "posee un elevado contenido de materia orgánica y, en la actualidad, requiere ser tratado para no contaminar suelos, napas, ríos o lagunas", según se explica en una comunicación del portal de divulgación científica Argentina Investiga, es uno de los remanentes "que generan en grandes cantidades las industrias de la región (de Córdoba) que elaboran queso".
De acuerdo con la información, los investigadores utilizaron "un microorganismo que tiene un alto potencial biotecnológico en comparación con otros que comúnmente se utilizan en la industria".
El biocombustible generado es, se asegura, etanol, apto para ser utilizado en automóviles a combustión.
El tema plantea una alternativa interesante, ya que -según afirma la fuente-, en el país se producen cerca de 9 millones de toneladas de suero de queso; el 60% es desechado y con la necesidad de tratarlo como "un efluente industrial para no contaminar suelos, napas, ríos o lagunas". Cada kilo de queso producido significa nueve litros de suero, un líquido de color claro compuesto en un 95% de agua, un 4% de lactosa y un 1% de proteína.