"No es aceptable talar bosques, secar páramos y destruir la naturaleza para producir biocombustibles ", ha declarado la ministra alemana de Medio Ambiente, Svenja Schulze, en un comunicado en el que anuncia la adopción de la medida y del que informa ePURE. La medida fue adelantada en febrero pasado, cuando el Ejecutivo germano dijo que que dejaría de utilizar el aceite de palma, que usa sobre todo para producir biodiésel.
La Comisión Europea ha endurecido sus normas sobre el uso del aceite de palma, ya que su empleo está relacionado con la deforestación en los países productores, si bien a los dos que encabezan esta producción y exportación, Malasia e Indonesia, la medida no les ha gustado nada. De hecho, han decidido llevar a la UE a los tribunales por estas restricciones. En mayo pasado, la Organización Mundial del Comercio (OMC) aceptó la petición de Malasia de crear un grupo especial para examinar la medida de la UE, por considerarla discriminatoria.
En virtud de la Directiva sobre energías renovables de la UE, los combustibles a base de aceite de palma deben desaparecer para 2030.
Según la información aportada por ePURE, de los cerca de 3,4 millones de toneladas de biodiésel producidas en Alemania en 2020, el aceite de colza constituyó cerca del 60% de las materias primas, los aceites comestibles usados recogidos de procesadores de alimentos y restaurantes alrededor del 25%, el aceite de palma el 3,9% y el resto fue principalmente aceite de soja.