“Alrededor del 1% del gas que se consuma en 2030 por esta vía (inyección en la red de gas) debería tener origen renovable, desplazando con ello el gas de origen fósil”. Este punto contenido en la hoja de ruta del biogás elaborada por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco) es uno de los más contestados por el sector, que lo consideran claramente insuficiente con el desarrollo tecnológico alcanzado hasta el momento y el potencial existente.
Para Aebig es un objetivo “poco ambicioso y desdeña el potencial del biometano y su influencia sobre el sector agroganadero, la industria, la creación de empleo en zonas ruralmente deprimidas y su contribución al medio ambiente”. Desde Sedigas recuerdan que “en Francia se han marcado un objetivo vinculante del diez por ciento, siendo ambos dos países con un potencial para esta energía similar dentro de la Unión Europea (UE)”.
A Aebig también le ha parecido “especialmente doloroso” que con el nivel de desarrollo actual del biogás y las potenciales reales y fáciles de explotar que tiene, su hoja de ruta no esté a la altura de la del hidrógeno en objetivos, medidas y ambición. Hay que recordar que incluso esta última se presentó con la presencia del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y tres ministras y un ministro.
Falta un impulso real a los sistemas de garantías de origen
El desarrollo de las garantías de origen (GdO) del biometano también es otra cuestión que no convence al sector. Aebig destaca “la falta de sintonía con la línea seguida en Europa con respecto al impulso en planes de incentivos económicos concretos para un impulso real y un desarrollo de las GdO de biometano inyectado en la red, para universalizar el consumo de biometano y posibilitar un desarrollo ordenado del sector”.
Sedigas entiende que “la hoja de ruta va en contra del criterio que se establece en la mayoría de los países de la UE. Mientras en el documento se recoge que cualquier biogás producido en España deberá contar con GdO, el criterio más extendido en Europa es limitar esta figura al biometano que se inyecta en la red”.
Aebig no renuncia a las primas al biogás
Aebig tiene claro qué le falta al biogás para que la hoja de ruta sea efectiva: “un sistema de GdO que permita la identificación y cuantificación del biometano producido; un reconocimiento de su huella de carbono negativa, tal y como muestra claramente la directiva europea de renovables, lo que permitiría a las empresas que necesitan gas para sus procesos térmicos emplear biometano y descarbonizarse con mucha mayor eficiencia que por otros métodos; y sistemas de apoyo e incentivos, bien sean con tarifas o primas reguladas (feed-in-tariffs, FIT, o premiums, FIP) o con incentivos a la inversión.
Por su parte, Sedigas se queda con algunos aspecto a aplaudir de dicha hoja de ruta: que se consideran fiscalmente los efectos positivos en el medio ambiente del biogás, lo que facilitará su crecimiento e implantación a nivel nacional; y la creación de grupos de trabajo con el sector del biogás y otras asociaciones; y la actualización de la hoja de ruta cada tres años.
Registro de plantas de biogás “totalmente desactualizado”
Como destacamos en el momento de conocer el documento presentado por el Miteco una de las cuestiones que llamaba la atención de partida era el escaso número de plantas recogidas. Se habla de 146 instalaciones, de las que 129 estuvieron operativas en 2020: 46 están asociadas a vertederos, 34 a estaciones de depuración de aguas residuales, 13 al sector agropecuario, siete al sector del papel y el resto al sector químico, alimentario y otros. Y añadía, “solo una instalación (la de Valdemingómez, en Madrid) convierte el biogás en biometano y lo inyecta en la red de gasoductos”.
Para Aebig es un registro “totalmente desactualizado”. Reconocen que no es fácil hacer un inventario fiable, “sin embargo, después de múltiples indagaciones y analizar datos de otros consultores” estiman que hay al menos 50 plantas agroindustriales, 80 en depuradoras, 40 en vertederos y tres de biometano con inyección a red. Y son conscientes de que hay más.