¿Por qué la Asociación Nacional de Productores de Biodiésel a partir de Residuos está planteando un Erte en toda la industria? ¿Qué está pasando?
Por una parte, tenemos una situación en España generada desde el Covid-19 y, por otra parte, una situación en Europa propiciada por el bloqueo de “un gran jugador europeo”. Recuerdo que el 26 de agosto de 2022 el precio del biodiesel bajó aproximadamente 290 dólares. A partir de ahí, a nivel europeo, ha habido un ajuste y una bajada de precio paulatina. En España, aprovechando el descuento de 20 céntimos, la crisis de Ucrania, la posible no entrada del diésel… se propició un movimiento con las grandes petroleras que, aduciendo que no había diésel cuando los stocks en los puertos estaban al completo, provocó que su precio superará a la gasolina. A partir de ahí, el margen para aplicar descuentos por parte de los grandes operadores fue tan brutal, que ha propiciado una reducción de la competencia del sector importante.
Aquí entra en juego la normativa de sostenibilidad ambiental Fuel Quality Directive (FQD), en vigor desde el 1 de enero de 2023 pero que el mercado desconoce al no existir reglamento al que atenerse para cumplir los objetivos de dicha Directiva europea; sólo sabemos que es una normativa de reducción de emisiones en el transporte del 6% respecto a un punto de origen. Si comparamos la FQD con la directiva de residuos que establece un 10,5% de incorporación de biocombustibles en el diésel para este año 2023, estaríamos hablando de una equivalencia de alrededor de un 13%, y podría parecer que las empresas del biodiésel incrementarían sus ventas y beneficios. Pero nada más lejos que una quimera, ya que ante la inexistencia de regulación, los grandes operadores al por mayor con capacidad de refino están actuando en el mercado aprovechando en limbo legal, reduciendo la competencia a mínimo sin que los operadores independientes tengan capacidad para comprar nuestro biodiesel y vender su propia mezcla.
Entonces, ¿cuál es la situación actual de estos operadores independientes?
En enero y febrero no vendieron nada de diésel, no tenían demanda. Pero la FQD tiene unas reglas de juego, que no sabemos cuáles son. La Unión Europea tiene establecidos unos límites para la mezcla física del 1,7% del double counting, que equivale a un 3,4%. Pero hay que llegar a ese 13% de equivalencia, por lo que faltan 10 puntos. Para ello existe un “truco” que se basa en que el avanzado es de coprocessing (Repsol, Cepsa y BP, los operadores con capacidad de refino), no hay límite de mezcla- Dado que en el Gasóleo B de movilidad no se puede mezclar biocombustible, pero sí computa para la FQD, se está mezclando biocombustible de coprocessing en exceso para cubrirse de los objetivos finales, sin reglas que limiten su uso, de ahí que para cumplir estos objetivos, estos operadores no venden diésel sin mezclar. Por eso decimos que los operadores independientes están bloqueados y a su vez nosotros, ya que son nuestros clientes.
¿Hay algo más que esté empeorando la situación?
Sí. La bajada de precios brutal del 26 de agosto de 2022. Para reducir las pérdidas, lo que se hizo fue comprar mucho producto “barato” de China con un alto valor en reducción de emisiones. Desde el mes de septiembre se dispararon las importaciones desde China a Europa, y entre enero y febrero, hubo récord de exportaciones de “biodiésel” hacia principalmente Países Bajos y Alemania, con la consiguiente y continua bajada de precios.
Desde Ewaba España tenemos identificados varios productores y compradores que entre enero y febrero han exportado e importado 455 mil toneladas de biodiésel avanzado y double counting, de las cuales 390 mil entran por el Puerto de Rotterdam (Países Bajos). Desde el 5 de marzo, el precio del biodiesel a partir de residuos (double counting) ha caído aproximadamente 420 dólares. El precio de un biodiésel en norma en España son 1.100 euros, mientras que el aceite usado se ha vendido en torno a los 1.200 euros. Es decir que la materia prima se vende más cara, y el biodiésel no tiene ningún comprador.
¿Qué está haciendo Ewaba España en este sentido?
Hemos pedido una auditoría de integridad porque ahora mismo lo que está haciendo China es un fraude, está vendiendo cantidades de productos avanzados imposibles porque se da en pequeños volúmenes. Es un fraude a los compromisos de reducción de emisiones ya que si ese producto llega como avanzado tiene una reducción de emisiones superior a si es de origen vegetal. No se están reduciendo las emisiones como se cree. La situación de nuestros asociados es de plantas paradas desde finales de diciembre o a bajo porcentaje de producción (30-50%).
¿De cuántas plantas de biodiésel paradas estamos hablando?
Tenemos cuatro plantas de residuos que están paradas, una que va a parar en breve y cuatro en baja producción. Plantas que, por ejemplo, tenían a finales de diciembre más de 10 millones de euros en producto que ahora mismo estaría en cuatro, es decir, seis millones de pérdidas en producto almacenado que no puede vender. Una planta de biodiésel tiene una media 35 empleados. Si se lleva a cabo esa regulación, no sería sobre la totalidad. Pero el empleo indirecto también está afectado como puede ser el transporte. Además, las plantas de la asociación están en zonas rurales, son polos de atracción de empleo y de actividad. Esto es un valor añadido a no parar estas plantas por falta de regulación de la administración española y por falta de control de las importaciones masivas de China. La situación es dramática, por lo que los accionistas de las plantas de biodiesel están considerando todas las opciones de supervivencia de las compañías.
A día de hoy, finales de abril, ¿cómo está la situación?
A día de hoy la situación continúa igual o peor, esperando que se regule la Directiva FQD en España y que en Europa que se tomen las medidas urgentes para para las importaciones presuntamente fraudulentas y que tengan efectos retroactivos, es decir, si se demuestra que es un fraude, que no sirvan para los objetivos de reducción de emisiones. Esto debería de producirse de forma urgente, ambas cuestiones, de lo contrario llegar al verano sin que las empresas tomen medidas de ajuste será todo un milagro.
Como conclusión, el sector del biodiésel espera o necesita una verdadera libre competencia en el sector.
Exacto. Necesitamos una regulación clara y que no favorezca a unas tecnologías en detrimento de otras, ya que el biodiesel es más barato que el biocombustible de coprocessing, y esto se ve repercutido en el precio final que los usuarios pagamos al repostar nuestros vehículos. A su vez, concretar todas las medidas antifraude posibles ante las masivas importaciones presuntamente fraudulentas. Si desde España y Europa queremos ser los abanderados en la reducción de emisiones, no podemos ponernos la venda en los ojos ante semejante atropello.