La Comisión Europea tiene una última oportunidad antes de las elecciones de junio para incluir el aceite de soja junto con el de palma en su clasificación de materias primas de uso indirecto de la tierra (ILUC) en la Directiva sobre energías renovables (DER), señalan dichas asociaciones en un comunicado conjunto, en el que rechazan continuar usando este producto como biocombustible.
“Se ha demostrado que el biodiésel a base de soja emite hasta el doble de CO2 que el gasóleo fósil al que sustituye, si se tiene en cuenta la deforestación indirecta”, aseguran. “Tanto la soja como el aceite de palma ya han sido identificados como motores significativos de la deforestación y están cubiertos por el recientemente adoptado Reglamento de la UE sobre deforestación”, añaden, al tiempo que recuerdan que el Parlamento Europeo pidió la eliminación inmediata del aceite de soja y de palma durante las negociaciones de la DER del año pasado.
“La Comisión Europea se enfrenta actualmente a una fuerte presión comercial por parte de los países productores de soja. Pero los datos científicos deberían guiar el proceso de toma de decisiones”, sostienen los firmantes. “La eliminación progresiva de las materias primas de alto riesgo ILUC es compatible con las normas de la OMC, sobre la base de la protección del medio ambiente”, afirman.
Disputas comerciales
En opinión de estas organizaciones de la sociedad civil, las disputas comerciales no deben disuadir a la UE de tomar decisiones climáticas esenciales y alinearse con sus compromisos internacionales.
“La UE tomó la decisión correcta cuando clasificó el aceite de palma como materia prima de alto riesgo ILUC en 2019, a pesar de la inmensa presión comercial de los países productores de palma. Ahora puede hacer lo mismo con los biocombustibles de soja”, mantienen.
Por todo ello, han enviado una carta a la Comisión, pidiéndole que "garantice la coherencia de las políticas y evite que la DER actúe como un resquicio para la entrada en la UE de productos impulsados por la deforestación”.