Gracias a un acuerdo de colaboración con la Fundación Cartif, Verbia ha desarrollado un sistema en el que se aplica una tecnología llamada de cavitación, un efecto hidrodinámico que al aumentar la temperatura y generar burbujas consigue que la mezcla de reactivos (aceite más disolución alcohólica) que originan el biodiésel “se optimice y sea más perfecta, rápida y eficiente”. Así lo explica Arturo Cordón, coordinador general de la compañía, a la edición de elmundo.es de Castilla y León.
Menos tiempo y menos dinero
El mismo responsable de Verbia afirma que con este sistema se “genera más biodiésel en un 25% menos de tiempo”. Por otro lado, sostiene Cordón que “a igual producción, el tamaño global de la instalación y, en consecuencia, de los costes de inversión de la planta, sería aproximadamente cinco veces menor”.
Con esta innovación Verbia consolida su apuesta por el desarrollo de equipos para la síntesis de biocombustibles, entre los que están reactores no convencionales y de alta eficacia para la síntesis de biodiésel, como el que acaba de presentar, pero también digestores para la producción de biogás y otros reactores biológicos para la síntesis de bioetanol.