Organizaciones no gubernamentales, como Transport & Environment (T&E), ya se han pronunciado contra esta decisión, al considerar que “debilita la propuesta de partida, ya de por sí modesta, para fijar una nueva política de biocarburantes en la UE, lo que dificulta la transición hacia los más sostenibles”. Alejo Vidal-Quadras, ponente para la reforma de la directiva sobre biocarburantes en la Comisión de Industria, Investigación y Energía, afirma que “después de largas discusiones, hemos logrado conciliar posiciones muy diferentes para acordar un texto equilibrado, puesto que aborda el ILUC y al mismo tiempo protege las inversiones que ya se han hecho”. “Espero que seamos capaces de alcanzar esta mayoría también en el pleno", concluyó.
Lo más novedoso de la propuesta de la comisión del PE es la fijación de objetivos concretos para los biocarburantes avanzados (producidos a partir de residuos y algas, principalmente), en línea con lo que el principal grupo empresarial del sector (Leaders of Sustainable Biofuels) demandaba hace poco más de un mes: un 2 %, como mínimo, para 2020. Desde la comisión del parlamento se afirma que “se debería fomentar una mayor producción de biocarburantes avanzados e introducir de forma gradual los objetivos obligatorios para su uso en el sector del transporte”. Los objetivos mínimos propuestos son los siguientes: 0,5 % en 2016, 2,5 % en 2020 y 4 % en 2025.
Esperar a 2015 para tener informes científicos fiables sobre el ILUC
Los europarlamentarios de la misma comisión también han sido más sensibles a las demandas de la industria que a la de los ecologistas y otras asociaciones, que pedían incluir el ILUC en el cómputo de las emisiones de gases de efecto invernadero e incluso rebajar la propuesta del 5 % de biocarburantes de cultivos de la CE para alcanzar el 10 % de renovables en el transporte en 2020. La comisión se decanta por adjudicarles el 6,5 % y por no incluir el ILUC en la reforma de las directivas al entender que en la actualidad no existe un modelo fiable que confirme que la apertura de nuevas zonas de cultivo para alimentos en áreas con altas reservas de carbono se debe al desplazamiento provocado por las destinadas a biocarburantes.
Los eurodiputados postergan hasta 2015 la presentación por parte de la CE de informes sobre los avances en la evidencia científica para el uso de los factores ILUC y, a partir de los mismos, proponer, si fuera necesario, una legislación que requiera la información por parte de los productores sobre las emisiones ILUC estimadas de sus biocarburantes. La propuesta, aprobada por 47 votos a favor y ocho en contra, será votada por la comisión de Medio Ambiente, Salud Pública y Seguridad Alimentaria del PE el próximo 10 de julio y por el pleno del parlamento en otoño.
Las ONG confían en que la Comisión de Medio Ambiente vote diferente
Esta misma semana, 113 organizaciones y coaliciones de la sociedad civil, entre ellas muchas españolas, expresaron en una carta abierta su preocupación sobre los impactos ambientales, sociales y económicos del desarrollo de biocarburantes en la UE. Las organizaciones firmantes, que dicen representar a millones de ciudadanos, instan a los responsables políticos europeos a “revertir la expansión de los agrocombustibles procedentes de cultivos, por no presentar ventajas o muy pocas para el clima y en cambio provocar graves impactos ambientales y sociales”.
Abel Esteban, portavoz de Ecologistas en Acción, una de las ONG firmantes, recuerda que “los eurodiputados tienen en estos días la responsabilidad de revertir esta desastrosa situación”. “Desgraciadamente –añade Esteban– algunas comisiones del PE ya han votado en la dirección contraria, subiendo el tope máximo propuesto por la CE y eliminando los factores ILUC”. Señala también que los eurodiputados del PP y PSOE han votado en este sentido, y espera que “cambien su voto en la Comisión de Medio Ambiente el 10 de julio”.