El jueves pasado, Rafael Márquez, director general de la Agencia Andaluza de la Energía (AAE) y el delegado territorial de Economía, Innovación, Ciencia y Empleo de la Junta de Andalucía en Jaén, Manuel Gabriel Pérez, visitaron una de las instalaciones del proyecto Faro, la caldera del colegio Santa María Magdalena de Mengíbar. La instalación, de 80 kilovatios (kW), suministra energía para calefacción con un consumo anual aproximado de 5,5 toneladas de pelets. Según datos de la AAE “este combustible sustituye al gasóleo, lo que supone un ahorro de 1.700 euros anuales y evita la emisión de ocho toneladas de CO2”. Es un ejemplo de las 84 instalaciones que se han llevado a cabo con un proyecto que comenzó su andadura en 2011.
Rafael Márquez ofreció algunos pormenores del resultado final de Faro, que impulsó el anterior Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino: “se han realizado instalaciones en 62 centros educativos, en 17 edificios públicos municipales (como centros de día, guarderías municipales y ayuntamientos) y cinco residencias de personas mayores, todas con el objetivo común de reducir el consumo de combustibles fósiles y evitar la emisión de gases contaminantes”. En total, la potencia térmica instalada asciende a 12 MW.
El 83% de las empresas instaladoras pertenecen a Jaén
En cuanto a los datos económicos, se ha inducido una inversión total de más de cuatro millones de euros (4.208.729) y se han resuelto subvenciones por más de 1,5 millones (1.597.919). En el proyecto han trabajado 38 empresas instaladoras acreditadas en el programa Prosol de la Junta de Andalucía, de las cuales el 83% pertenecen a la provincia de Jaén. Por este motivo, Manuel Gabriel Pérez afirmó que Faro supone para la provincia “seguir avanzando en el aprovechamiento de los recursos biomásicos y consolidar el sector empresarial de la provincia”.
Otro de los datos de interés que ofrece la AAE es que principalmente se han instalado calderas con un rango de potencia entre 50 y 100 kW, concretamente el 39%; seguidas de las de entre 200 y 250 kW (18%) y de las de entre 150 y 200 kW (16%). La gran mayoría, un 75%, son policombustibles, y el resto se reparten entre astillas-pelets (14%), pelets-hueso de aceituna (6%) y pelets (5%). Por último, el rendimiento de gran parte de las calderas (equivalen a 7 MW instalados) se sitúa entre el 80 y el 90%.