Al igual que hace unos días el Consejo Europeo del Biodiésel, los representantes de este grupo empresarial denunciaron públicamente que la importación de biodiésel altamente subvencionado, especialmente desde Estados Unidos, está causando estragos entre la industria española. “Se importa biodiésel a un precio que está por debajo de lo que nos cuesta a nosotros producirlo, por lo que vendemos también por debajo del coste de las materias primas, algo que no podremos aguantar por mucho tiempo”, afirmó Juan Carlos Jiménez, presidente del Grupo Nátura.
Solo funcionan 3 plantas de 19
La compañía es propietaria de una fábrica en Ocaña (Toledo), que con 105.000 toneladas de capacidad productiva al año es la más grande de España; además tiene en construcción otra en Gijón que se convertirá en una de las más grandes del mundo con 500.000 toneladas y una tercera en proyecto en el puerto de Alicante de 200.000 toneladas. “Pero todos estos proyectos pueden venirse abajo si no se revierte inmediatamente la tendencia en el sector”, apostilló Jiménez, que recordó que de las 19 plantas existentes en España sólo tres funcionan a pleno rendimiento, “el resto, o están paradas o en quiebra”.
Las 19 plantas de biodiésel reúnen una capacidad de producción de 700.000 toneladas anuales y, aunque el pasado año no estaban en funcionamiento algunas que se han abierto en 2008, la producción final estuvo muy por debajo de la potencial, alcanzando solo 126.000 toneladas. La pérdida media por tonelada es de unos 150 euros, lo que supone que una fábrica con una capacidad de 100.000 toneladas acumula unas pérdidas anuales de más de 15 millones de euros.
Desde el sector se insiste en que el biodiésel español es capaz de suplir a corto plazo las importaciones anuales de diésel que se hacen para cubrir la demanda local, que supera los 10 millones de toneladas. “Pero siempre que sea rentable”, recuerdan desde el Grupo Nátura. Y Jiménez matiza que “lo que resulta incongruente es que un impuesto (el de hidrocarburos), que se hizo para proteger la producción nacional de biocarburantes, sirva ahora para beneficiar a una importación que ya viene subvencionada. El Gobierno debe reaccionar y demostrar que apoya a las energías renovables atendiendo a nuestras demandas”.