El proyecto, que fue inaugurado ayer por el consejero de dicho departamento, Gonzalo Sáenz de Samaniego, ha supuesto una inversión de 300.000 euros. Durante la presentación, se incidió en que los objetivos son reducir costes, debido al alto precio de los carburantes tradicionales, y, por otra parte, mejorar el rendimiento de los cultivos, para poder cosechar durante todo el año productos de temporada.
Cáscaras de almendras para que crezcan tomates y pimientos
La caldera de biomasa, de 400 kW, es una de las habituales que utiliza Neiker-Tecnalia, y admite una amplía variedad de combustible, desde residuos agrosilvoforestales, como las cáscaras de almendras, los huesos de aceituna, la poda de árboles o los derivados de la limpieza de bosques, hasta pellets, serrín, virutas o cualquier otro excedente de la industria maderera.
A su vez, se utilizan por primera vez paneles solares termodinámicos para este tipo de cultivos. La combinación de ambas energías sirve para calentar agua que circula por unos tubos situados unos centímetros por encima del suelo. Se consigue así una temperatura óptima dentro del invernadero, con el objetivo de que las plantas se encuentren como en su época natural de producción y den frutos constantemente.
Según afirman desde Tecnalia, “lograr un menor gasto en consumo y disponer de cultivos de temporada durante todo el año reduce considerablemente el precio del producto final y, de esta forma, se podría competir con los provenientes de otras zonas cuando no es la temporada”. En un primer momento, se cultivarán tomates y pimientos durante todo el año y, posteriormente, se ampliará el ensayo a otros productos.
Más información:
www.tecnalia.info