Las novedades más importantes de la segunda puesta de largo de Probiomasa (la primera fue el 17 de junio de 2010 con la presentación del manifiesto Ahora o nunca) es la vocación de continuidad de esta agrupación y el amplio número y diversidad de asociaciones que la forman. En Probiomasa hay organizaciones profesionales agrarias (Asaja, COAG, UPA), las Cooperativas Agro-Alimentarias, la Asociación de Empresas para el Desimpacto Ambiental de los Purines (ADAP), colegios de montes y forestales, redes de desarrollo rural (RED y Reder), clusters de energía (Extremadura y Madrid), asociaciones de renovables (APPA Biomasa, Aprean, Ava-Esen y Acer), propietarios forestales (COSE y Feef) y centros tecnológicos (Cartif y CTAER), entre otros, hasta llegar a 24 miembros. La presentación de esta plataforma hoy en Madrid llevaba otro lema: Por el empleo, la sostenibilidad y el desarrollo rural.
“Estamos aquí con ganas, porque entendemos que se pueden crear muchos puestos de trabajo, por lo que debería incluirse dentro de las políticas de empleo del Gobierno, aparte de las ambientales y, por supuesto, de las agrarias, especialmente como medida a tener en cuenta en la reforma de la PAC”. Ignacio Senovilla, secretario de Agricultura de la Unión de Pequeños Agricultores (UPA), mostraba así su interés en participar en la nueva etapa de Probiomasa y repetía una de las constantes que mueve a esta plataforma, la generación de empleo, como también recordaba Manuel García, presidente de APPA Biomasa: “si hay que apostar por sectores que seguro generen empleo y riqueza, la biomasa está entre los tres primeros; solo cumpliendo con los objetivos del PER 2011-2020 se podrían crear 20.000 nuevos puestos de trabajo”. Dicha apuesta considera García que no se puede demorar más porque “contribuirá a la recuperación económica del país”.
Levantar la moratoria, reordenar los grupos del Régimen Especial y mediar ante las instituciones
En Probiomasa aspiran a ser el instrumento a través del cual el sector haga llegar a administraciones y sociedad en general sus propuestas, demandas y las grandes oportunidades que supondría su desarrollo, “a fin de propiciar la articulación de un marco estable y propicio que permita su despegue y consolidación, contemplando todos los beneficios directos e indirectos que supondría su cabal desarrollo”. Se incidió más en esos beneficios (empleo, evitar incendios, fijar población en el medio rural, ahorro en tratamiento de residuos y en compra de derechos de emisiones de CO2...) que en medidas a presentar, que esperan concretar más adelante.
Algunas de las medidas que se esbozaron esta mañana en Madrid en la presentación de Probiomasa son levantar la moratoria actual al sistema de primas para las nuevas instalaciones de energías renovables y establecer una nueva normativa más efectiva en la definición de los diferentes grupos incluidos en el Régimen Especial para la biomasa y el biogás; “incluso se podría plantear bajar la remuneración para algún grupo, como muestra que no todo es pedir más primas”, apuntó Manuel García. Una de las propuestas más conocidas es la de considerar como cultivos energéticos a efectos de remuneración la biomasa extraída de superficies forestales no plantadas exclusivamente para ese fin. Otra medida es la de relanzar los contactos con representantes de Comunidades Autónomas y partidos políticos para hacerles llegar estas y otras demandas.
El objetivo final es armar un discurso común ante la Administración y otras instituciones. Y para eso, Probiomasa piensa en seguir creciendo en entidades adheridas y adelantan que existen entre cinco y diez en trámite administrativo para incorporarse. De momento, no están dos de las más importantes organizaciones: la Asociación Española de Biogás (Aebig) y la Asociación Española de Valorización Energética de la Biomasa (Avebiom). Desde Probiomasa afirman que están invitadas a participar y pronostican que “en un mes o mes y medio seguro que se incorporan todas”.