“Ya tenemos algunas instaladas y funcionando, especialmente en Austria, y en breve lo estarán en España”. Diego Fernández, responsable técnico de Ökofen España, explicaba en el estand de esta marca austríaca en Expobiomasa algunos pormenores de la caldera Pellematic Smart_e poco después de recibir el Premio a la Innovación Expobiomasa 2015. Este equipo, que desde un mismo módulo produce calor y electricidad para una vivienda unifamiliar, es capaz de cubrir hasta un 70% de la demanda eléctrica de un hogar, según los datos presentados a Energías Renovables. “Excepto los picos de demanda originados, por ejemplo, por la puesta en marcha de lavadoras y lavavajillas, cubre la demanda constante del resto del día”, apunta Fernández.
La Pellematic Smart_e combina una caldera de pélets de condensación con un motor Stirling que se activa con el foco de calor derivado de la llama de combustión y funciona en un sistema sellado, con helio como gas de trabajo. Mediante un generador integrado, el movimiento de un pistón se convierte en 1 kW de energía eléctrica, a 50 Hz, que coincide con el tipo de energía requerida en un hogar. El calor restante se utiliza para la calefacción de la vivienda y la producción de agua caliente sanitaria.
Estufas policombustibles y sin cables
Sin salir de los Premios a la Innovación Expobiomasa 2015 recibieron sendos accésits el filtro Airjekt 1 de Suakontrol y el hogar Multifire NT Idro de Palazzetti. El primero lo presentan como el primer filtro electrostático de partículas homologado capaz de filtrar hasta el 90% de las originadas por la combustión de biomasa. La estufa de Palazzetti consiste en un hogar con doble alimentación (leña o pélets) y funcionamiento por agua, para integrar instalaciones de calefacción existentes, como paneles solares, instalaciones radiantes en el suelo y sistemas de acumulación o para calentar toda la casa.
Un paseo por la feria permitía conocer otras de las iniciativas presentadas a los premios, como las estufas que no necesitan ninguna conexión eléctrica para funcionar. Es el caso de la autónoma policombustible de Natural Fire, cuyo funcionamiento aprovecha “la densidad del aire a diferentes temperaturas, junto con el propio diseño de la misma, que se beneficia de este principio sin comprometer el rendimiento, y además automatiza el aporte de biocombustible sin necesidad de motorizaciones". Desde un plano más rústico y artesanal, las estufas de Aficam también funcionan sin electricidad.
Tecnología catalana en República Dominicana
Y de lo rústico a lo plenamente industrial, plasmado en las calderas y desarrollos de LSolé. La firma catalana presentó “un nuevo modelo de horno refrigerado por agua que se utiliza para entregar gases a temperaturas muy altas –hasta 900ºC– denominado GLS, que es una variación del modelo Gas Series GS, característico por su bajo mantenimiento”, según la nota de prensa emitida. LSolé también participó con la ponencia Máxima combustión, mínima emisión. La estrategia de ingeniería y fabricación y su repercusión en los proyectos, dentro del 10º Congreso Internacional de Bioenergía 2015.
En el apartado de la expansión internacional, especialmente centrada en Latinoamérica, LSolé expuso también el trabajo en República Dominicana con la empresa Moldosa, Moldeados Dominicanos, del sector del cartonaje auxiliar de alimentos. “Ésta va a producir –señalan–, a partir de biomasa, la energía térmica que su horno de secado del cartón moldeado precisa mediante aire caliente, producido por intercambio con aceite térmico como fluido caloportador”. Actualmente utilizan gas natural y el cambio a biomasa se hará con un conjunto horno/caldera de 3 MW, utilizando astillas de madera con humedad al 30%.
Integración social a partir de la biomasa
Por último, Enviroo, organizador junto Avebiom del certamen EmprendeBiomasa, ha dado a conocer las cinco ideas innovadoras finalistas. La ganadora fue Biosavia, un proyecto de Iván Maldonado para integrar socialmente a colectivos desfavorecidos mediante el aprovechamiento de la biomasa generada en la limpieza de montes y jardines. Mención especial del jurado tuvo el proyecto Bioestibas, del colombiano Álvaro Vásquez, que utiliza la biomasa de los residuos de flores junto con resinas naturales para fabricar palés. Las otras ideas finalistas fueron Pellet Social, de Alfonso Vélez, Slowambiental, de Jaime Ros, y Telepellets, de Nazaret Crespo.