Un grupo multidisciplinar de la Universidad de Vigo formado por profesores de ingenierías Forestal e Industrial (Ángeles Cancela, Enrique Valero, Luis Ortiz y Xana Álvarez), junto con el catedrático de Ingeniería Química Ángel Sánchez y dos estudiantes (Paloma Varela e Alejandro Jiménez) firman el artículo publicado en Bioresources Technologies. El estudio se fundamenta en el trabajo que lleva realizando Ángeles Cancela desde hace unos años sobre el aprovechamiento energético de residuos que, como las algas, se retiran de medios fluviales.
El artículo de Bioresources Technologies analiza la posibilidad de utilizar microalgas como cianobacterias, tóxicas para los seres humanos, como materia prima para la fabricación de pélets para calderas. El problema es que con este proceso se obtendría un biocombustible de bajo poder calorífico y sería necesario añadirle otro tipo de materiales orgánicos. La investigación ha servido también para demostrar que los taninos presentes en las cortezas de los eucaliptos sirven para separar estas microalgas del agua donde crecen.
Demasiados minerales y demasiadas cenizas
Uno de los mayores retos de la investigación ha sido “conseguir una materia casi sólida, parecida al lodo, de algo que es líquido”, explica Cancela en un artículo en el Diario da Universidade de Vigo. Añade que “es un proceso complejo que implica partir de setenta litros de agua para obtener solo unos cuantos gramos de algas”. Es aquí donde entra en acción el tanino de los eucaliptos, utilizado como uno de los coagulantes en las técnicas de floculación del agua para extraer la biomasa algal.
Volviendo a las propiedades de los pélets de microalgas, la investigadora de la Universidad de Vigo advierte también que "su contenido en cenizas es superior a lo normal, ya que tienen muchos minerales, lo que sería un problema agregado para su uso, al dejar bastantes residuos en las calderas." Ángeles Cancela se moja a la hora de citar materiales con los que mezclar los pélets de microalgas y subir su poder calorífico: eucalipto, acacia y pino. Pero, señala que "eso sería ya en una siguiente fase del estudio, probando mezclas de algas con otros materiales en diferentes proporciones para ver cómo funcionan".