A mediados de mayo, Hunosa informaba que en la térmica que el grupo tiene en La Pereda “se había conseguido sustituir el 30 % de su combustible habitual (carbón y estériles) por pelets fabricados con residuos vegetales sin perder rendimiento”. Las pruebas forman parte del proyecto Pelet In, encuadrado en el subprograma Innpacto del Ministerio de Economía y Competitividad y coordinado por la Fundación Asturiana de la Energía (Faen). La iniciativa, en la que también participan el Instituto Nacional del Carbón (CSIC/Incar) y la empresa Pellets Asturias, tienen entre sus principales objetivos el aprovechamiento industrial de la biomasa en centrales térmicas.
En Hunosa confirman que “los responsables del proyecto consideran que las pruebas han sido un éxito”. Los ensayos consistieron en la quema de 350 toneladas de pélet industrial, que se introdujeron en la caldera combinados con carbón a un régimen de nueve toneladas por hora (t/h). “Durante el proceso no se identificaron alteraciones significativas en el comportamiento de la central, ni en su rendimiento, ni tampoco en la producción de cenizas”, por lo que, concluyen, “los responsables del proyecto consideran así que el pélet es un combustible apto para centrales térmicas”.
En 2011, 10 %; en 2012, 20 %; y en 2013, 30 %
Las pruebas son una continuación de las llevadas a cabo en 2011 y 2012. Durante el primer ensayo, realizado el 20 y 21 de diciembre de 2011, se sustituyó el carbón en un 10 % con pelets de pino y con un caudal de 3 t/h. En la segunda campaña de pruebas (8 y 9 de mayo de 2012) se empleó un pélet industrial mezcla de chopo y pino con un caudal de 6 t/h, consiguiendo una sustitución del 20 % del combustible fósil. Ahora se ha conseguido un 30 %, y desde Hunosa adelantan que “el plan de trabajo contempla llevar a cabo una nueva prueba para evaluar cómo cambian las emisiones al sustituir carbón por pelets”.
En La Nueva España recuerdan que esta vinculación con la biomasa va más allá de las pruebas en la térmica de La Pereda, y añaden que en septiembre de 2012, la presidenta de Hunosa, María Teresa Mallada, anunció que la empresa estatal minera elabora un estudio para la puesta en marcha de una central eléctrica alimentada por biomasa. Desde la SEPI aseguran que "la compañía plantea presentar un plan de gestión de montes, para cuyo desarrollo ha pedido apoyo al Gobierno del Principado, cuyos bosques públicos podrían integrarse en el proyecto, para, posteriormente, poner en marcha plantas de transformación de la biomasa forestal en pelets o astillas". Llegado ese punto, sería cuando la hullera se plantearía la construcción de una central de biomasa forestal. El diario asturiano confirma que, tras barajar varios emplazamientos, Hunosa se ha decantado por el polígono industrial de Reicastro, ubicado entre las localidades mierenses de Ujo y Figaredo.
En el próximo número de junio de la revista Energías Renovables se publicará un amplio reportaje sobre los primeros resultados obtenidos de la fabricación de un pélet industrial de calidad, otro de los objetivos primordiales del proyecto Pelet In.