El trabajo de la UNCTAD (Second-generation biofuel markets: State of play, trade and developing country perspectives) es concluyente con respecto al presente e inmediato futuro de la producción de biocarburantes, o cualquier otro tipo de biocombustible, a partir de algas. Además de confirmar que sigue sin ser rentable la conversión a escala comercial por las numerosas barreras tecnológicas, señala que “pocos países en desarrollo están invirtiendo en nuevos proyectos basados en algas, y en general las plantas están todavía en fase de demostración, sin desarrollar su viabilidad comercial”.
Como “fase emergente” se sigue considerando el estado del aprovechamiento de las algas como recurso energético, con plantas piloto y actividades centradas en la I+D. La UNCTAD cita experiencias y avances principalmente en Europa, Estados Unidos, Brasil (una planta produce diversos tipos de biocarburantes a partir de caña de azúcar y algas) y Asia; y en menor medida en África y Oceanía. Añade que desde 2009 al menos trescientas empresas y organismos participan en la investigación con 100.000 cepas distintas de algas.
El informe revela que se sigue investigando en este campo, y de forma decidida, como lo demuestra la reciente inversión del Departamento de Energía de Estados Unidos, con más de 18 millones de dólares orientados principalmente a reducir el coste del galón (3,8 litros) de biocarburante a partir de algas.
Metanol a partir del fitoplancton
La Woods Hole Ocenagraphic Institution (WHOI) de este país ha propiciado precisamente uno de los últimos avances en esta materia, basado en la investigación del metanol que produce el fitoplancton en los océanos, en el habitan diversos tipos de microalgas. Tracy Mincer, científico del WHOI y autor principal del artículo sobre el descubrimiento publicado en la revista Plos One, afirma que “puede haber oportunidades para convertir este vasto recurso en biocombustible”.
"Al igual que las plantas terrestres, creemos que el fitoplancton produce metanol enzimáticamente, por lo que si podemos obtener las enzimas que intervienen y las utilizan para digerir su biomasa, podemos también extraer metanol útil de él”, asevera Mincer. Concluye que “el metanol es un producto de desecho de estos organismos y se puede producir una buena cantidad del mismo”.