La biomasa busca resolver sus problemas

La red OPET (Red de Organizaciones para la Promoción de Tecnologías Energéticas) tiene por objeto promover los resultados de nuevas tecnologías energéticas que mejoren la eficiencia energética, la diversificación del suministro de energía y la aplicación de fuentes energéticas de origen renovable. La Red opera bajo el V Programa Marco para la Investigación y el Desarrollo (1998-2002) como parte del Programa de Desarrollo Sostenible, Medio Ambiente y Energía.

El principal objeto de la Jornada era analizar la problemática de las denominadas "biomasas difíciles" –agrícola y forestal principalmente–, abordando las distintas fases o etapas que afectan a su correcta gestión desde su generación en la explotación agraria o forestal hasta el punto de consumo –recogida, transporte y pretratamiento–. Todo ello desde puntos de vista técnicos y económicos, tanto para su utilización como combustible en plantas de generación eléctrica como para aplicaciones térmicas (calefacción y agua caliente sanitaria).

Los destinatarios de la Jornada eran miembros de la RED OPET-SUR (AGECAM, SODEAN, DEPAEX y AVEN), empresas de servicios agrarios y forestales, ingenierías, promotores, tecnólogos y fabricantes de maquinaria agrícola y forestal principalmente. También asistieron representantes de la Universidad de Castilla-La Mancha, del Instituto de Desarrollo Regional de Castilla-La Mancha, del CIEMAT y del IDAE.

Las principales conclusiones que se extrajeron de la Jornada, según las intervenciones de los asistentes, fueron las siguientes:

• Es necesaria una mayor implicación de las administraciones con competencia en la gestión y explotación del recurso biomasa: Agricultura, Medioambiente, Industria y Hacienda. La promoción de la biomasa ha de basarse en una política horizontal, con un peso muy importante de los departamentos de agricultura, selvicultura y medio ambiente.

• No existe hasta la fecha un escenario favorable para la promoción de proyectos de plantas de generación eléctrica con biomasa –primas, subvenciones a la inversión, exenciones fiscales, etc.-. Los proyectos que están en fase de ejecución y explotación corresponden a plantas que emplean biomasas de origen agroindustrial como orujillo de aceituna, orujo de uva y residuos de industria de la madera. No obstante existen una planta de 25 MWe de potencia en la provincia de Navarra alimentada con paja de cereal, cuya logística fue ampliamente expuesta en la Jornada, y una pequeña de residuos forestales en Allariz, provincia de Orense.

• La biomasa residual es un producto de bajo valor añadido por lo que la optimización de costes es fundamental para obtener rentabilidad en los proyectos. Por ello que la logística sea tan importante puesto que para algunos residuos como los agrícolas o forestales, el coste que ocasiona su gestión puede ser muy significativo.

• No existen suficientes tecnologías en España de conversión de la biomasa, además hay pocos tecnólogos. Todas las plantas de biomasa han tenido problemas con el sistema de combustión empleado por las propias características físico-químicas del combustible.

• Las plantas de generación eléctrica tienen unos elevados costes específicos (euros/kW) para poder cumplir con todas las especificaciones en cuanto a emisiones contaminantes. El rango se sitúa entre 1.325 y 1800 euros/kW. Para mejorar su rentabilidad caben dos cuestiones: o disminuir estos costes y/o el precio de la biomasa (euros/termia).

• Las entidades financieras exigen excesivas garantías a los promotores para la financiación de los proyectos bajo la modalidad de "project finance", lo que obliga a los mismos a suscribir contratos a largo plazo con los propietarios de la biomasa para garantizar un suministro estable. Esto dificulta la promoción de los proyectos y, en algunas ocasiones, los hace inviables.

• El papel de las Agencias Regionales de la Energía ha de ser más activo actuando de intermediarias entre los promotores y la Administración. Incluso se comentó que podían actuar como "Bancos de Biomasa" para regular el suministro y el precio y establecer unos contratos tipo estandarizados para la compra de biomasa.

• El tamaño óptimo de las plantas de biomasa para la producción de electricidad no está definido, existiendo proyectos que van desde los 3 MWe hasta los 25 MWe. Es evidente que la eficiencia energética y los costes específicos de una planta grande son mejores a los de una planta pequeñas, ahora bien, los riesgos son mucho mayores. Otra ventaja de las plantas pequeñas es la posibilidad de verter en menor tensión y fomentar lo que se denomina "generación distribuida", que es un aspecto muy importante a la hora de evaluar la calidad del suministro eléctrico y el reforzamiento de la infraestructura en zonas rurales.

• Las aplicaciones térmicas constituyen un campo de enorme interés para la biomasa agrícola y forestal, y de las cuales apenas se habla porque el mercado está centrado en la generación eléctrica. Estas aplicaciones tienen varias ventajas frente a las eléctricas tales como el menor precio de la termia, un menor consumo de biomasa, una rentabilidad no ligada a la potencia instalada, menores inversiones, etc. Además reducen las emisiones ambientales debido a la sustitución de combustibles fósiles

• Es preciso distinguir entre valorización energética de biomasa como actividad meramente industrial y de negocio o como solución tecnológica de desimpacto ambiental. Se citó el famoso principio contemplado en la Ley de Residuos: "el que contamina, paga", por lo que los agricultores deberían pagar por la gestión de sus residuos. Este es un aspecto controvertido, pues también es necesario que los agricultores perciban algunos ingresos por la valorización de sus residuos, los cuales dejan de serlo en el momento que tengan un valor comercial, siendo justo que sus generadores tengan algún beneficio de todo el proceso.

• Con respecto al Plan de Fomento de las Energías Renovables, es evidente que los objetivos contemplados en el área de biomasa están muy lejos de ser alcanzados si no se establece un entorno más favorable.

• Un término muy importante que también surgió en la Jornada fue el de "calderas multicombustible" que permitieran la combustión de diferentes tipos de residuos compatibles, lo que reduciría riesgos de suministro y fomentaría la promoción de los proyectos.

• Con respecto al punto de vista de los agricultores, se citó la expresión: "el agricultor ha de cambiar de mentalidad", lo que esta totalmente ligado con el punto anterior en el que se citó el principio básico de la Ley de Residuos, aludiendo al mundo industrial en el que dicha expresión está mucho más arraigada.

• Una de las grandes frases de la jornada fue la siguiente: "el negocio no da dinero para todos", de ahí que el tema objeto de la jornada sea tan interesante, pues es más que evidente que si el negocio fuese tan rentable los precios que se podrían pagar por la biomasa serían mucho más elevados y la logística dejaría de ser uno de los principales problemas.

• Los fabricantes de maquinaria de astillado de poda sugirieron la posibilidad de dotar a los agricultores, vía cooperativas agrarias, de maquinaria para la gestión de sus residuos, lo que podría facilitar una de las fases de la logística. Para ello la administración podría actuar subvencionando la adquisición de este tipo de equipos.

• Dado que la biomasa es un recurso disperso y dependiente de la zona concreta de actuación, es preciso tener en cuenta otras tecnologías interesantes y que se van haciendo un hueco en el mercado, como la gasificación.

• La estandarización y normalización de los biocombustibles en lo que humedad y PCI se refiere, será una cuestión muy importante que contribuirá a una mayor penetración en el mercado de los residuos biomásicos y agilizará la promoción de los proyectos.

• Otra expresión que se citó fue la de "prácticas agrarias consentidas" con referencia a la quema indiscriminada de residuos en campo. Este es un tema que está ligado con la llamada ecocondicionalidad de las ayudas de la PAC, que entrará en vigor próximamente.

• Para que la biomasa se aproveche con éxito es preciso establecer una triple colaboración biunívoca sector agrario–administración–promotores.

• Se hizo mención, por último, al capítulo de las primas, las cuales han de ser revisadas este año, incidiendo en la necesidad de que se incrementen de cara a mejorar la rentabilidad de los proyectos, fundamentalmente los que emplean "biomasas difíciles".

Más información:
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