La CE dio a conocer ayer la concesión de más de 1 200 millones de euros a “veintitrés proyectos de demostración muy innovadores en el ámbito de la energía procedente de fuentes renovables al amparo de la primera convocatoria de propuestas del programa de financiación llamado NER300”. Los proyectos abarcan las siguientes tecnologías renovables: bioenergía (ocho), termosolar (cuatro), geotérmica (uno), eólica (seis), energías marinas (tres) y gestión descentralizada de la energía procedente de fuentes renovables mediante redes inteligentes (uno).
La comisaria europea de Acción por el Clima, Connie Hedegaard, señaló que “los 1 200 millones de euros en subvenciones, abonados por quienes contaminan, facilitarán reunir 2 000 millones de euros adicionales de inversiones privadas con destino a los veintitrés proyectos, lo que contribuirá a que la UE mantenga su liderazgo en la energía procedente de fuentes renovables y a que se creen puestos de trabajo en la UE, aquí y ahora”. La bioenergía juega un papel importante en el logro de estos objetivos, ya que los ocho proyectos recibirán más de la mitad de la financiación: 630 millones de euros. Además, a ellos habría que añadir en parte el único español, que consiste en una planta termosolar hibridada con biomasa.
Dos proyectos de biocarburantes en Holanda y Francia se llevan un cuarto del presupuesto
Una sola de las iniciativas, Woodspirit, se lleva buena parte de la financiación “bionergética”, ya que recibirá 200 millones de euros. El proyecto lo lidera la compañía BioMCN, procede de Holanda y desarrollará una planta de producción de biometanol a gran escala comercial que tiene previsto entrar en funcionamiento en 2016. La materia prima que se utilizarán serán astillas de madera y las tecnologías a emplear son la torrefacción y gasificación de la biomasa. Esta última tecnología se empleará también en el proyecto Stracel, que cuenta con el segundo mayor presupuesto de los veintitrés aprobados (170 millones de euros). Al frente está la compañía francesa UPM, que empleará hasta un millón al año de tonelada de biomasa forestal para convertirla en biocarburantes (BTL).
Entre los otros seis proyectos aprobados hay dos suecos: Pyrogrot, desarrollado por la empresa Billerud y centrado en la producción de biocarburantes a partir de residuos forestales y la tecnología de pirolisis; y GoBiGas, diseñado para convertir madera de baja calidad en un gas natural sintético (syngas) de alta calidad y a gran escala. Italia, Finlandia, Alemania y Polonia se reparten los cuatro proyectos restantes. Desde el país transalpino lideran Best (Bioethanol for Sustainable Transport), destinado a producir etanol a partir de biomasa lignocelulósica. El finlandés, Ajos también busca producir BTL empleando la gasificación. Desde Alemania, Verbio impulsa una gran planta de producción de biogás y biometano. Por último, una fábrica de etanol en Goswinowice (Polonia) convertirá residuos agrícolas en bioetanol de segunda generación.
Sola una de las veintitrés iniciativas aprobadas es española, pero destaca principalmente por dos motivos. Uno es el económico, ya que está entre los proyectos que recibirán mayor financiación (70 millones de euros), y otro es que también está vinculada a la bioenergía, ya que el campo termosolar con torre que construirá Acciona Energía en Alvarado (Badajoz) contará con una planta de biomasa para mejorar la rentabilidad y eficiencia energética de la instalación.