En la resolución publicada hoy en el DOG se establecen varios tipos de equipamientos que pueden acceder a las subvenciones en el medio rural, que van desde estufas de aire, cocinas calefactoras y generadores de aire caliente de entre 20 y 40 kW hasta calderas con sistema de alimentación automática de entre 40 y 440 kW y una capacidad de almacenamiento equivalente a entre 250 y 1.000 litros. Por otro lado, las ayudas, con un techo máximo de 200.000 euros, podrán ser del 100% en instalaciones públicas de la Administración autonómica, del 80% para edificios de entidades municipales y del 75% para particulares, asociaciones e instituciones sin ánimo de lucro y pequeñas y medianas empresas y sus agrupaciones sectoriales.
Estos son los datos básicos de la resolución aprobada por la Axencia Galega de Desenvolvemento Rural y que ayer presentó el director de Enerxía e Minas de la Xunta, Ángel Bernardo Tahoces. Además de calificar la iniciativa como un ejemplo de dinamización del medio rural y de creación de empleo y buena gestión forestal, Tahoces recordó que los equipos de generación de energía térmica con biomasa “permiten ahorros económicos de hasta un 65% en comparación con el gasóleo y de un 45% con respecto al gas natural”.
1.000 euros de ahorro para familias y 130.000 euros para industrias
El responsable de Enerxía e Minas fue aún más explícito al cuantificar dichos ahorros: "un equipo doméstico de biomasa reduce en 1.000 euros anuales el gasto en combustible para una economía familiar, la cifra asciende a los 13.000 euros en el caso de satisfacer la demanda térmica de un edificio del sector servicios y llegaría a 130.000 euros en una instalación industrial". Tahoces pronostica que la puesta en práctica de las ayudas supondrá la instalación de 1.000 nuevas calderas de biomasa y se incrementará en un 30% el consumo de biocombustibles sólidos.
La Xunta también vende esta línea de ayudas como parte de la estrategia de acción integral de la biomasa que anunció a finales del pasado año. De hecho, Tahoces lo presenta como la primera medida de este plan, cuyo objetivo es reducir la dependencia energética de Galicia ahorrando 70 millones de euros anuales. Creación de mil puestos de trabajo, fijación de la población rural y mejora de la gestión forestal, incluida la prevención de incendios forestales, aparecen como otros objetivos genéricos del plan, en el que participarán activamente el Instituto Galego de Promoción Económica y la Axencia Galega de Innovación para dar mayor impulso a las instalaciones y a la innovación asociadas a la biomasa.