El curso Calidad de biocombustibles sólidos se celebró ayer en la sede del Ceder-Ciemat de Lubia y forma parte de los objetivos de formación de Biomasud, acrónimo del proyecto europeo Mecanismos de valorización y sostenibilidad del mercado de la biomasa sólida en el espacio Sudoe (suroeste de Europa). La iniciativa, enmarcada en el programa Interreg IV B, financiado por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (Feder), tiene como finalidad analizar y facilitar la puesta en el mercado de biocombustibles sólidos de calidad y sostenibles basados en biomasas mediterráneas. La cita ha servido para abordar la actualidad de los dos principales sistemas de certificación: ENPlus para pélets y el propio Biomasud para otros biocombustibles sólidos.
La Asociación Española de Valorización Energética de la Biomasa (Avebiom) lidera el proyecto Biomasud y participó activamente en el curso. Tras el mismo, su presidente, Javier Díaz, aseguró que “la certificación es seguridad, y la seguridad es clave para seguir ganando cuota de mercado a los combustibles fósiles”. Díaz añadió que “las empresas productoras de biocombustibles que se certifican tienen más posibilidades de ganar cuota de mercado que las que no lo hacen”, por lo que recomendó que tanto productoras como comercializadoras tomen el camino de la certificación.
Calderas con biocombustibles de calidad cumplen con mejor nota
En relación al trabajo dentro de Biomasud, Luís Saúl Esteban, investigador del Ceder-Ciemat, organismo que participa también en el proyecto junto a otros cuatro socios más de Portugal y Francia, resaltó la importancia del mismo para la estandarización de las biomasas mediterráneas, entre las que hay huesos de aceituna y cáscaras de frutos secos. “Cuando las calderas o estufas bien reguladas se alimentan de biocombustibles de calidad las emisiones de la biomasa cumplen la normativa vigente con mejor nota que otros combustibles”, señaló Estebán, quien ya detalló aspectos más concretos sobre la exigencia de sostenibilidad dentro del sello Biomasud durante el 8º Congreso Internacional de Bioenergía celebrado en la última edición de Expobioenergía.
“Entre los requisitos mínimos de Biomasud está el que la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero derivada de la utilización del combustible en sustitución de gas natural será de un 70% o superior”, afirmó entonces el investigador del Ceder-Ciemat. Hasta el momento, dos empresas, Energía Sierra Segura (ESS) y Mitrafor, han cumplido con este y otros requisitos para su dos biocombustibles sólidos respectivos, huesos de aceituna y astilla forestal, y han conseguido el sello Biomasud. En cuanto al certificado ENPlus, ya son catorce las empresas productoras y cinco las distribuidoras que disponen de él.
El objetivo del curso teórico-práctico celebrado en Lubia y organizado por Avebiom, Ceder-Ciemat y la Asociación Española de Normalización y Certificación (Aenor), principales entidades implicadas en estas certificaciones, es cumplir con los requerimientos en relación con la formación continua de los responsables de calidad de las industrias productoras, distribuidoras o comercializadoras que se hayan certificado mediante estos esquemas, o que se vayan a certificar próximamente. Según los organizadores “esta acción formativa pretende contribuir además a mejorar la calidad del factor humano ocupado en el despliegue y la gestión de las energías renovables, en este caso de la biomasa, así como a transferir y utilizar el conocimiento generado en el marco de proyectos de investigación a la sociedad”.