Diez entidades de ocho países europeos (Bulgaria, Eslovenia, España, Finlandia, Francia, Italia, Letonia y Rumania) forman parte de Bio4Eco, que presentará sus credenciales del 5 al 7 de julio en Solsona. Su objetivo es la mejora de los procesos de las políticas regionales y nacionales y la implementación de algunas dirigidas a la transición hacia una economía baja en carbono, que comprende el uso de energías renovables, la eficiencia energética de los edificios y el empleo de biomasa forestal y agrícola.
Será la carta de presentación de Bio4Eco, aprobado en la última convocatoria de los proyectos Interreg Europe de la Unión Europea. La cita contiene un mesa de trabajo que abordará aspectos como el papel del sector primario en la sostenibilidad energética y el rol de la biomasa dentro de la bioeconomía.
Récord de madera subastada en Cataluña: 76.710 toneladas
Desde el CTFC se advierte que algunos países y regiones de Europa desarrollan políticas de energía y uso de la tierra de manera separada entre administraciones con la mira puesta en la transición hacia una economía baja en carbono. Por este motivo, “supone un reto intentar unificar estos puntos de vista y políticas en conflicto con el fin de mejorar el sector de la energía en equilibrio con los recursos naturales”.
El CTFC como coordinador y la Dirección General de Montes de la Generalitat de Cataluña como socio participan en Bio4Eco y también fueron los protagonistas días atrás en la misma ciudad leridana, Solsona. En la sede del CTFC se alcanzó el máximo histórico de madera subastada proveniente de los bosques de la Generalitat y de 64 entidades locales: 76.710 toneladas de madera por un valor de 3.090.342 euros. Representa el 80% de las 95.696 toneladas de madera que salían a subasta inicialmente.
Desarrollo de zonas rurales
La Generalitat afirma que la subasta forma parte “de una apuesta firme y más global en el ámbito forestal del Departament d’Agricultura, cuyo objetivo es impulsar el crecimiento económico sostenible, el conocimiento y el desarrollo de las zonas rurales. “La estrategia se centra, entre otros, en la movilización de la madera de los bosques como la que se ha hecho hoy, el fomento del uso de la madera en la construcción, el aprovechamiento energético de la biomasa forestal y agrícola y el impulso del sector corchero de Cataluña, entre otros”, sostienen.
El volumen inicial de la madera subastada es de 95.696 toneladas, lo que representa un incremento del 25% respecto a la oferta del año 2015. “Sin embargo –matizan desde la Generalitat–, este incremento aún está por debajo de lo que suponen los crecimientos anuales de nuestros bosques, de forma que hay que seguir incidiendo en esta línea de incremento de la gestión que permite mantener el buen estado de las masas y, por extensión, el de los factores sociales y ambientales asociados”.
En Euskadi también se podría aprovechar más el monte y generar más energía renovable
Algo similar a lo apuntado por Cataluña ocurre en Euskadi. Baskegur, la Asociación de la Madera de Euskadi, la Universidad del País Vasco, el Gobierno Vasco y la Fundación Hazi han colaborado en la elaboración del Libro blanco de la madera de Euskadi, en el que se constata que “el stock de madera existente y los crecimientos anuales son netamente superiores a la utilización de este producto, de lo que se deduce que el sector forestal local podría abastecer con holgura las necesidades de materia prima de la industria local”.
La misma publicación añade que “los productos y subproductos que se generan en el transcurso del ciclo de producción ofrecen un importante margen potencial para cubrir la posible demanda de biomasa forestal, combustible para generadores de electricidad, calderas y estufas prevista para el futuro”. Si fuera así, afirman que se cumplirían las previsiones que maneja el Gobierno Vasco, que estiman pasar del 6,7% de consumo interior bruto de energía renovable de 2005 al 20% de 2020, con la disponibilidad de dos millones de Tm/año de biomasa residual forestal, cifra que está garantizada.
