“El desperdicio de los animales puede generar electricidad, calor, fertilizante e incluso extraerse agua para regar las cosechas… por lo que este acercamiento holístico es muy emblemático”. Esta valoración la hizo a la CNN Geraint Evans, director del área de Bioenergía y Biocarburantes del National Centre for Biorenewable Energy, Fuels and Materials del Reino Unido, tras conocer la iniciativa de producir biogás con excrementos de elefantes del zoo de Munich. Fuentes de este centro aseguran que es el único en Alemania que genera electricidad de esta manera.
El zoológico instaló tres contenedores con capacidad para cien metros cúbicos de desperdicios de animales herbívoros, aunque mayoritariamente proceden de los elefantes asiáticos. Esta cantidad es la que se recoge en una semana de las jaulas. Dentro de los contenedores se produce la digestión anaerobia y se genera el biogás. Gracias a este biocombustible se cubre el 5% de la demanda de electricidad de todas las instalaciones. El calor que se produce durante el proceso se almacena y distribuye para calentar la zona de los gorilas.
Calor para 25 hogares y electricidad para cien
El portal de la CNN recoge esta noticia y las declaraciones de uno de los responsables del zoológico, Dominik Forster, quien afirma que la potencia térmica ”se podría usar para calentar unos 25 hogares”. Añade, además, que “si se aprovecharan todos los desperdicios de todos los herbívoros se conseguiría generar electricidad para unos cien hogares de Munich”. También recuerdan que una vez que el proceso de fermentación concluye, los restos del excremento son usados como abono para cultivar más alimento destinado a los animales.
Más allá de los desechos de granjas de cerdos y ganado vacuno, hay iniciativas en fase de investigación o ya en marcha que apuestan por generar biogás a partir de otros animales, e incluso a partir de excrementos humanos. En países de Asia y África ya se hace, aunque en unas condiciones higiénicas insalubres, que provocan enfermedades e incluso muertes por la emanación de gases tóxicos. Por este motivo, varias ONG, como Ingenieros sin Fronteras y Mavuno Project en Tanzania e Intervida en India impulsan proyectos que mejoran estas tecnologías. Por su parte, la compañía francesa Suez Environnement lleva a cabo un proyecto de investigación para el reciclado y aprovechamiento energético de los pañales usados, en especial los excrementos y la orina.
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