“La propuesta de T&E para atajar el problema del ILUC –prohibir los biocarburantes convencionales a partir de 2020– resulta burda e injusta ya que no sólo no atajaría las verdaderas causas del fenómeno, sino que supondría hacer responsables a los productores de estos biocarburantes de la deforestación y la destrucción de turberas ocasionadas directamente por otros sectores agroindustriales”. El análisis crítico que realiza APPA Biocarburantes de los últimos informes publicados es así de tajante en cuanto a la solución que se plantea en uno de ellos, el de T&E.
Tanto el informe publicado por la Comisión Europea y elaborado por las consultoras Ecofys, IIASA y E4tech a partir del modelo denominado Global Biosphere Management Model (Globiom), como el análisis posterior del mismo que hizo T&E, hacían una proyección de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) de los biocarburantes en los que salía muy mal parado especialmente el biodiésel de aceite de palma. Ambos añadían el ILUC y el aumento del consumo de combustibles como variables.
No se consumirán tantos biocarburantes
Sobre esto último, APPA Biocarburantes recuerda que los valores específicos de emisiones ILUC que el informe Globiom asigna a los biocarburantes y materias primas contemplados en el estudio son el resultado de simular que su consumo en la UE aumenta en tres millones de toneladas equivalentes de petróleo, “una cifra libremente elegida por los autores para realizar esta simulación”. Muestran también un análisis comparativo realizado por la Asociación Europea de Etanol Renovable (ePure) que refleja un consumo de biocarburantes de la UE en 2014 un 25% inferior en términos absolutos al previsto en los Planes Nacionales de Energías Renovables (PANER).
“Una de las carencias más evidentes del estudio Globiom es la utilización para sus escenarios 2020 de las previsiones de consumo de los PANER que los Estados miembros elaboraron hace más de cinco años”, afirman desde la patronal española. “Si este diferencial se mantuviera hasta 2020 –añaden–, como parece altamente plausible, el cambio del uso de la tierra y las emisiones agregadas de GEI atribuidas a los biocarburantes en 2020 serían significativamente inferiores a las previstas en el estudio, dado que los valores ILUC del informe Globiom no son lineales”.
Las limitaciones de los cálculos ILUC
En APPA Biocarburantes aseguran que el informe reconoce que “las emisiones ILUC de casi todas las materias primas analizadas se reducirían si no se incluyera la previsión de que el incremento del consumo de biocarburantes en la UE provocará una reducción del abandono de tierras agrícolas, una menor conversión de las mismas en bosques o prados y, por tanto, una disminución del secuestro de carbono, un fenómeno sobre cuyo alcance el propio informe reconoce que existen importantes incertidumbres”.
APPA Biocarburantes cuestiona las limitaciones de los cálculos asociados al ILUC y recuerda que también el informe Globiom admite expresamente que “es un fenómeno que no puede ser observado ni medido en la realidad, ya que es consecuencia de la interacción de un gran número de mecanismos en los mercados agrícolas a nivel global y local”. “El rango de incertidumbre de sus resultados –prosiguen– es mucho mayor que los del estudio previo que la CE encargó en 2009 al International Food Policy Research Institute (IFPRI), que sirvieron de base para la regulación del ILUC incluida en la modificación de la Directiva de Energías Renovables (DER) aprobada el año pasado.
Sumar peras con manzanas
Los productores españoles entienden que el análisis de T&E, surgido de sumar los valores ILUC del informe Globiom con los valores típicos de emisiones de GEI resultantes del proceso productivo de los biocarburantes incluidos en la DER, resulta conceptualmente errónea, dado que los primeros se derivan de estimaciones no lineales resultantes de simular un aumento aleatorio del consumo y los segundos son valores lineales independientes de la cantidad consumida y derivados de un verdadero análisis de ciclo de vida (ACV). “Lo que propone T&E equivaldría, por tanto, a sumar peras con manzanas, por lo que la metodología utilizada y los resultados numéricos de su análisis no son científicamente consistentes”.
También detectan carencias en la representación de materias primas en el estudio Globiom para simular el ILUC en el escenario 2020, porque "no incorpora todas las realmente utilizadas, sino aquellas que han sido modeladas separadamente". “No se han incluido los aceites de cocina usados ni las grasas animales pese a que se utilizan de manera creciente en la UE”, señalan, para concluir que “en la medida en que el mix de materias primas escogidas tiene una gran influencia en los resultados de los diversos escenarios, el propio estudio reconoce que deben ser tratados con gran cautela”.
Exigencias de sostenibilidad a todos los usos de las materias primas
APPA Biocarburantes achaca también al análisis de T&E la omisión de las propuestas del informe Globiom para eliminar totalmente o reducir el ILUC. Entre ellas destaca la de “extender a todos los usos de las materias primas utilizadas, especialmente en el caso del aceite de palma, las exigencias de sostenibilidad hasta ahora solamente aplicadas a los biocarburantes”. Otra combina el establecimiento “de un importante incentivo económico para la conservación de los bosques –cincuenta dólares por cada tonelada de CO2 no emitida a la atmósfera por deforestación– con la prohibición del drenaje de turberas, especialmente en Malasia e Indonesia”.
Por último, se propone “aumentar la utilización de tierras abandonadas en la UE, especialmente si éstas están degradadas y su puesta en uso aumenta sus reservas de carbono”. Para APPA Biocarburantes, “si se adoptasen algunas de estas medidas el ILUC desaparecería, lo que permitiría incluso eliminar las actuales restricciones al consumo de biocarburantes convencionales”.