El Parlamento Europeo ha apoyado hoy que los biocarburantes procedentes de cultivo no supongan más del 6% del consumo energético de la UE en el sector del transporte para 2020. “El objetivo es acelerar la transición hacia una nueva generación de biocombustibles fabricados con algas y algunos residuos, y así reducir las emisiones de gases de efecto invernadero producidas por el creciente uso de tierras agrícolas para la producción de carburantes”, señala la nota de prensa emitida por el PE.
En cuanto a los biocarburantes de segunda generación, “los producidos a partir de algas y algunos residuos y con un menor impacto sobre el cambio climático” señalan desde el PE, la decisión final es que aporten al menos un 2,5% del consumo de energía en el transporte en 2020.
Votación reñida
El conjunto de enmiendas sometidas a votación en el PE han sido aprobadas por 356 votos a favor, 327 en contra y 14 abstenciones, lo que da muestras de lo reñida que han estado las decisiones. "El debate ha sido extremadamente difícil porque los intereses económicos han estado muy presentes. Se trata de un texto muy técnico, pero con repercusiones económicas y éticas importantes", ha declarado la ponente del texto de la comisión de Medio Ambiente, la liberal francesa Corinne Lepage.
La nota de prensa emitida por el PE tras finalizar la votación no precisa qué decisión se ha tomado en relación al CIUT, y simplemente se limita a decir que “las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) resultantes del uso creciente de tierras agrícolas para la producción de biocarburantes constituyen el conocido como CIUT”. La votación giraba en torno a si se computaban o no dichas emisiones en la producción de bioetanol y biodiésel.
Confusión en torno al cambio indirecto del uso de del suelo
En diversos comentarios de expertos en Twitter y en el portal Business Green se da por hecho que se ha aprobado un informe para que este cómputo comience en 2020 y en el contexto de la modificación de la directiva sobre calidad de los combustibles, no en la de energías renovables. En este caso, la votación ha sido aún más reñida, al quedarse en un 352 a 343 con respecto al texto aprobado.
La decisión de posponer una decisión definitiva sobre el CIUT, además en el marco de la directiva de calidad de combustibles, es criticada por ONG ecologistas, que también consideran muy alto el porcentaje del 6% dejado a los biocaburantes convencionales. Desde el PE explican que el texto adoptado constituye la posición en primera lectura de la cámara. “Ahora, los Estados miembros tienen que adoptar una posición común sobre este tema, y en caso de que sea distinta del texto aprobado por el PE, el dossier deberá volver a la Eurocámara para una segunda lectura”, concluyen.