Las mismas fuentes dan otra pista, el vuelo, sin pasajeros a bordo, partirá del aeropuerto de Heathrow, en Londres, y llegará hasta Ámsterdam usando un tipo de biocombustible que no compite con los recursos alimentarios, por lo que se sospecha que pudiera ser uno de segunda generación. El proyecto, en el que han trabajado Boeing y General Electric Aviation, forma parte de la política ambiental de Virgin Atlantic en su intención de reducir su impacto ambiental. Para la compañía, demuestra que la industria de la aviación puede reducir las emisiones de carbono usando tecnologías más limpias.
Antes de lo esperado
Richard Branson, presidente de Virgin Atlantic, manifestó que “este paso que damos ahora permitirá que nuestros aviones utilicen biocombustibles antes de lo esperado. Se trata de un vuelo de prueba que nos aportará información crucial para reducir considerablemente nuestras emisiones de carbono”. El Grupo Virgin se ha comprometido a invertir todos los beneficios de sus compañías de transporte en el desarrollo de energías limpias.